Agroparc Penedès
Imagen virtual de la zona de granjas e invernaderos del Agroparc Penedès.

Ametller Origen invertirá 180 millones en un agroparque de economía circular

La cadena familiar catalana sienta las bases para su crecimiento futuro con la proyección de un complejo agroindustrial sostenible en el Penedès que producirá más energía de la que consumirá, contribuirá a la reducción de CO2 e incluso generará hidrógeno verde para alimentar su flota de vehículos. Se aplicarán las últimas tecnologías en agricultura de precisión y reutilización de agua y se minimizará el impacto paisajístico gracias a un proyecto firmado por Batlle y Roig.

“Ser capaces de producir alimentos sin generar emisiones nos situará, como empresa, a otro nivel”. Esta frase de Josep Ametller, consejero delegado y cofundador de Ametller Origen, resume el objetivo que se ha fijado la cadena con el proyecto Agroparc Penedès, presentado este miércoles en la sede de Foment del Treball. Se trata de una iniciativa que requerirá una inversión de 180 millones de euros y que permitirá poner en marcha “el primer distrito agroindustrial de energía positiva y CO2 negativo”, en referencia a que el complejo productivo generará más energía de la que consumirá y fijará o capturará más CO2 del que emitirá a la atmósfera. Concretamente, la idea de Ametller Origen es evitar la emisión de 1.400 toneladas de CO2 al año.

El Agroparc Penedès ocupará una extensión de 258 hectáreas entre los términos municipales de Gelida y Sant Llorenç d’Hortons, en el Alt Penedès. La empresa confía en poder iniciar las obras a principios de 2023, con el reto de que la primera fase —el área logística y de producción— esté finalizada entre 2025 y 2026, y todo el proyecto quede terminado en un plazo de cinco años. Ametller Origen tiene previsto financiar parte de la inversión con fondos Next Generation de la Unión Europea, ya que considera que parte de ese dinero público debe permitir a las compañías privadas hacer frente “a los costes de transición” que conlleva “el cambio de paradigma” que quiere llevar a cabo la empresa.

“En 2027 queremos ser un grupo de alimentación neutro en emisiones. Este agroparque nos ayudará a conseguirlo gracias a un uso intensivo de la tecnología que nos permitirá llevar a cabo un cambio de paradigma tanto en las técnicas aplicadas a los cultivos agrícolas, como en el sistema de producción de alimentos, que será 100% sostenible y basado en la economía circular”, explica Josep Ametller.

Coincidiendo con el 20 aniversario de la cadena, el empresario se muestra muy ilusionado con esta iniciativa, que pone las bases para el crecimiento futuro de Ametller Origen y tiene unas implicaciones que van más allá, ya que permitirán a Catalunya ser también referencia en el sector agritech, hoy dominado por Israel y Países Bajos. “Nuestra agricultura es muy ineficiente; necesitamos más tecnificación. El Agroparc Penedès quiere ser un punto de encuentro del agritech en Catalunya y desarrollar un modelo que sea ejemplo de agricultura conectada con la industria”, señala Ametller.

Para lograr minimizar la huella de carbono e hídrica, Ametller Origen ha forjado una alianza con dos socios tecnológicos, el grupo Agbar y Carburos Metálicos, que contribuirán también a la financiación del proyecto con unos 25 millones de euros. Se calcula que la inversión de 180 millones generará un impacto económico de 433 millones en actividad productiva y creará durante las obras 3.300 empleos directos, indirectos e inducidos.

Con una plantilla de 2.700 trabajadores, Ametller Origen cuenta actualmente con una red de 116 tiendas en Catalunya especializadas en la venta de productos frescos y elaborados. En los últimos tres años, la empresa fundada por los hermanos Josep y Jordi Ametller ha duplicado su dimensión, al pasar de registrar una facturación consolidada de 162 millones de euros en 2017 a 310 millones en 2020, ejercicio en que se creció un 24% a pesar de la pandemia. Si se incluyen las ventas agregadas de todo el grupo empresarial, la facturación llega hasta los 370 millones. En sus campos de cultivo —situados en todo el arco mediterráneo—, la empresa autoproduce el 60% de las frutas y verduras que comercializa.

El plan estratégico de Ametller Origen prevé invertir 50 millones de euros en tres años para llegar a tener una red de 160 puntos de venta en 2024, cuando prevé alcanzar una cuota de mercado en la gran distribución superior al 4,5% en Catalunya.

Josep Ametller
Josep Ametller, consejero delegado de Ametller Origen.

Pero, ¿en qué consiste Agroparc Penedès? La idea de disponer de un complejo que unificara buena parte de la producción agrícola con las áreas logísticas y de elaboración no es nueva en Ametller Origen. En 2016, la empresa ya presentó un proyecto que no pudo salir adelante por la fuerte oposición que presentaron grupos ecologistas y varias entidades del Penedès. La principal crítica era que Ametller quería llevar a cabo actividades de carácter industrial en suelo rústico y también se criticó el impacto paisajístico de los edificios que quería construir. Ahora, la compañía ha reformulado totalmente el proyecto y se muestra convencida de que esta vez sí que contará con el apoyo local para hacerlo realidad. “Hemos aprendido, hemos escuchado al territorio y hemos encontrado la solución; hoy presentamos un proyecto mucho mejor y puedo decir que lo haremos bien”, enfatiza el consejero delegado.

En este sentido, para concebir el nuevo agroparc, Ametller Origen ha contratado al estudio de arquitectura Batlle i Roig, que ha diseñado una propuesta totalmente integrada en el paisaje y respetuosa con el entorno. Para minimizar el impacto visual, los edificios se construirán en las partes más profundas del terreno y estarán dotados de cubiertas vegetales. La otra “gran virtud” del nuevo proyecto, asegura la empresa, es que toda la actividad agroindustrial se construirá en un terreno calificado desde hace más de 15 años como polígono industrial, pero que hoy se encuentra en desuso. Ametller Origen ha comprado el suelo de este polígono, situado en Gelida, en una zona conocida como Can Joncosa, entre la autopista AP-7 y la vía del AVE, que parte en dos el agroparque.

Mapa con la ubicación de los paneles solares y los edificios que conformarán el agroparque.

El número de hectáreas se ha ampliado de 160 a 258, una superficie que se distribuirá entre campos de cultivo (90 ha), invernaderos (10 ha), placas fotovoltaicas (12 ha), dos granjas de ovejas y cabras, un obrador para la producción de los alimentos elaborados, una nave logística de 40.000 metros cuadrados, el edificio que acogerá las oficinas y la sede corporativa del grupo, un equipamiento municipal y una biofactoría para el tratamiento y reciclaje de las aguas residuales. El centro logístico —uno de los elementos que más recelo despierta en un territorio muy castigado por las infraestructuras y los polígonos— tendrá forma de C para adaptarse a la orografía y estará prácticamente enterrado y oculto por una cubierta vegetal.

El Agroparc Penedès prevé generar 13 MW de energía fotovoltaica, 10,2 MW de energía renovable procedente de biomasa y 1,6 millones de m³ de biogás, con un total de energía verde producida superior al consumo de las instalaciones (15 MW), es decir, se aportará electricidad excedentaria a la red. Gracias a la tecnología desarrollada por Carburos Metálicos los residuos orgánicos generados por las granjas, el obrador y los campos se transformarán en biometano y después en hidrógeno verde (175.000 kg / año) que será el combustible que utilizarán todos los camiones de la flota de reparto de Ametller Origen. En paralelo, fruto de este proceso se recuperarán más de 1.000 TN de CO2 que se aplicarán a los invernaderos, para ayudar al crecimiento de las plantas. Los restos vegetales también se destinarán a la producción de compost y a alimentar una central de biomasa que producirá vapor y energía para la industria y los invernaderos. Además, se producirá energía geotérmica.

Junto con la energía, la otra gran clave del agroparc es el agua. El proyecto prevé minimizar el consumo gracias a la introducción de la agricultura de precisión, el riego por microgoteo y la reutilización del 100% del agua que se utilice en los procesos productivos. Así, con la tecnología aportada por Agbar, el complejo y los campos de cultivo serán autosuficientes gracias a tres tipos de agua: procedente de la lluvia, de captaciones subterráneas y agua reutilizada (110.000 m³).

Agroparc Penedès
El agroparc estará abierto a la ciudadanía.

Ametller Origen prevé adoptar las tecnologías agrícolas más innovadoras en los invernaderos, que aplicarán técnicas de machine learning para ajustar la producción a las previsiones reales de ventas y evitar así el desperdicio. Los invernaderos tecnificados controlarán la luz, la temperatura, la dosificación de agua y la humedad del suelo y de las plantas para garantizar un crecimiento óptimo. Gracias a este sistema se prevén ahorrar 51 litros de agua por cada kilo de tomate.

Según la empresa, para asegurar que sus alimentos son “100% sostenibles y 100% circulares”, no se utilizarán fertilizantes artificiales y todos los envases serán 100% reciclables. Además, la cadena quiere implantar en sus tiendas un sistema de recogida de envases propios que posteriormente tratará en el agroparque: serán triturados para darles una nueva vida, con el propósito de reducir o recuperar 2,5 millones de kilos de plástico al año. Finalmente, el Agroparc Penedès contará con un centro de formación e investigación en convenio con universidades para formar a técnicos agrícolas y dispondrá de un pequeño hotel rural en una de las masías ubicadas en el recinto.

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