El Hospital Sant Joan de Déu. © Àngel Bravo
Barcelona se ha consolidado en las últimas décadas como uno de los hubs más dinámicos y vibrantes de ciencia y salud de Europa. Con una red de hospitales de referencia, centros de investigación punteros y una potente comunidad empresarial con mentalidad global, la ciudad se ha convertido en un ecosistema capaz de generar innovación de alto impacto.
Pero, ¿en qué momento se encuentra realmente el sector? ¿Cuál es el rol que tienen hospitales como Sant Joan de Déu en ese contexto?
Infraestructuras y expansión: un salto necesario
La capital catalana ha realizado un esfuerzo importante para potenciar sus infraestructuras científicas y sanitarias. Proyectos como la ampliación del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona con el edificio Unicas, financiado con filantropía; la consolidación del Barcelona Supercomputing Center (BSC), una gran apuesta de la política científica europea, española y catalana por la computación de frontera; la presencia de las facultades del ámbito biomédico y el Parque Científico de la Universidad de Barcelona (PCB), o la expansión del Hospital Clínic en un nuevo emplazamiento situado a menos de 500 metros lineales de los centros anteriores, permitirán situar a Barcelona a la vanguardia de la investigación biomédica global.
Sin embargo, esta expansión comporta retos significativos. La adaptación a las nuevas tecnologías, la captación y retención de talento y la necesidad de realizar las infraestructuras más sostenibles y eficientes son factores clave para garantizar el crecimiento de este ecosistema.
Si nos fijamos en los grandes retos que tiene el Hospital Sant Joan de Déu en los próximos años, todos están vinculados a la medicina personalizada y de precisión, vanguardia de ese futuro deseado. La capacidad asistencial, la experiencia clínica, el volumen de pacientes y el firme propósito de querer estar en la frontera del conocimiento en el ámbito de las enfermedades minoritarias son una seña de identidad de este hospital. El objetivo es aportar soluciones para poblaciones vulnerables y a menudo olvidadas, en las que los intereses de la industria e, incluso, de la investigación pública, a menudo pasan de largo.
Las enfermedades minoritarias: un reto global
Las enfermedades minoritarias, también conocidas como enfermedades raras, son aquellas que afectan a menos de 1 de cada 2.000 personas. A pesar de su baja prevalencia individual, se calcula que, en su conjunto, existen entre 6.000 y 8.000, e impactan la vida de más de 300 millones de personas en todo el mundo, 30 millones en Europa y tres millones en España. Estas patologías presentan desafíos significativos en materia de diagnóstico, tratamiento y gestión de datos, pero también abren oportunidades gracias a los avances tecnológicos y científicos.
Un diagnóstico más rápido y preciso: la revolución genómica y la IA
Diagnosticar una enfermedad minoritaria puede ser un largo y frustrante proceso. Se calcula que el tiempo medio para identificar una de estas patologías es de unos cuatro años y sólo la mitad de los casos consigue un diagnóstico preciso. A menudo, la ausencia de un diagnóstico fiable se traduce en tratamientos inadecuados o ineficaces, lo que afecta tanto a los pacientes como a sus familias, que viven en una situación de gran vulnerabilidad.
El gran reto es ofrecer tratamientos eficaces para enfermedades que, hasta hace poco, carecían de ninguna opción terapéutica
La clave para reducir este tiempo estriba en la incorporación de la secuenciación genómica, las técnicas multiómicas y el uso intensivo de la inteligencia artificial (IA). El Hospital Sant Joan de Déu ha apostado firmemente por estas tecnologías y, gracias al análisis de datos genéticos y la colaboración con redes internacionales, ha logrado diagnosticar casos extremadamente complejos.
Nuevas terapias: la promesa de la medicina personalizada
El diagnóstico es sólo el primer paso. El gran reto es ofrecer tratamientos eficaces para enfermedades que, hasta hace poco, carecían de ninguna opción terapéutica. En este ámbito, Sant Joan de Déu se ha convertido en un referente en el desarrollo de terapias génicas y celulares.
El poder de los datos: una revolución en la investigación biomédica
En un mundo cada vez más interconectado, la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos clínicos y genómicos es un factor determinante en la investigación médica. Sant Joan de Déu ha apostado por plataformas de big data en salud que permiten cruzar información de miles de pacientes para identificar patrones y tendencias que podrían conducir a nuevos descubrimientos.
Los retos de futuro: hacia una Barcelona más competitiva
Pese a su éxito, el sector de ciencia y salud de Barcelona aún debe afrontar retos importantes. La necesidad de una mejor colaboración público-privada, la mejora de la transferencia tecnológica en el mercado y la integración de la inteligencia artificial en los procesos médicos y científicos son algunos de los desafíos inminentes. Sin embargo, el reto más importante es que Barcelona sepa competir para captar el mejor talento humano, el recurso más limitado, en un mercado altamente competitivo.
Además, no debemos olvidar que todo lo hacemos con y por los pacientes y sus familias. Ésta es una estrategia en la que el Hospital Hospital Sant Joan de Déu se siente plenamente comprometido, poniendo a los pacientes en el centro de toda la actividad, también en investigación e innovación.
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