La supermanzana literaria de Paseo de Gràcia, La Rambla y Gran de Gràcia volverán a ser el epicentro de una fiesta del libro y la rosa que se prevé de récord, con unas 450 paradas por toda la ciudad
Vendedor de libros vestido de dragón durante el Sant Jordi de 2024. © Jordi Borràs / ACN
Barcelona ya respira ambiente primaveral. La llegada de esta estación también supone la celebración de una de las festividades más señaladas en el calendario festivo catalán. Libros, rosas y muestras de amor volverán a ser protagonistas de un Sant Jordi de récord, con más paradas y más repartidas por toda la ciudad. En total, la capital catalana se llenará con unas 450 paradas de libros y rosas, una cifra superior a las de 2024, que, como este año, también coincidió en día laborable.
Después de una edición con grandes aglomeraciones, para este 23 de abril desde la Cambra del Llibre de Catalunya, entidad que agrupa editores, libreros y distribuidores del sector, también pronostican otro Sant Jordi masivo. Así, 348 paradas de libros se ubicarán en las siete manzanas literarias que habrá por toda la ciudad, enfrente a las 336 de hace un año. Un centenar de puntos más se encontrarán delante de las diferentes librerías. En unas 200, además, habrá firma de libros por parte de autores locales e internacionales. Por otro lado, también habrá 52 paradas de flores. En toda Catalunya, las floristas pronostican vender más de siete millones de rosas y alcanzar los 20 millones de euros a través de estas ventas.
Una festividad masiva que refleja el buen momento que vive el sector literario catalán. De hecho, el número de paradas de libros no ha dejado de crecer desde la pandemia. El año 2019 había unos 200 puntos de venta por toda la capital catalana y este año se alcanzarán los 450, ocupando una superficie de más de 3.500 metros cuadrados, casi un centenar más que en 2024. Estas paradas se repartirán en siete distritos de la ciudad con manzanas literarias. De nuevo, la superilla de Paseo de Gràcia, que conecta con la de La Rambla y la de Gran de Gràcia, volverá a ser el epicentro de la celebración de esta festividad en la capital catalana.
En La Rambla, que el año pasado se recuperó como espacio para Sant Jordi porque fue precisamente en esta calle donde nació esta fiesta literaria hace 100 años, las obras se pararán durante el día anterior y el mismo 23 de abril para que se pueda transitar más cómodamente. Por otro lado, por la centralidad de Paseo de Gràcia y su habitual masificación durante esta festividad, este año se activará, por primera vez, un plan de autoprotección (PAU) durante todo el día, que prevé la presencia fija de personal y vehículos de emergencias. El tráfico también se cortará desde Jardinets de Gràcia y hasta Santa Mònica, desde las 22 horas del día anterior y hasta las 6 de la madrugada dek siguiente.
Desde la Cambra del Llibre también han querido ampliar los metros cuadrados de las siete manzanas literarias de Barcelona para evitar las aglomeraciones y “disfrutar de un Sant Jordi más amable y accesible”, según ha remarcado Marià Marín, secretario técnico del Gremi de Llibreters de Catalunya. Entre los espacios que este año se han ampliado para facilitar el acceso y la movilidad, se encuentra, por ejemplo, un nuevo tramo transversal de Paseo de Gracia en la calle Mallorca. También se han doblado los espacios de Gran de Gràcia y la Rambla del Poblenou.
Las paradas de libros, así, se concentrarán mayoritariamente en los distritos del Eixample —con más de 200 paradas—, Ciutat Vella y Gràcia, a pesar de que también se ubicarán en Sant Martí, Les Corts, Sant Andreu y Sarrià-Sant Gervasi, mientras que Nou Barris, Horta-Guinardó y Sants-Montjuïc todavía no cuentan con ninguna manzana literaria. Para las librerías que quieran situarse en La Rambla, Paseo de Gràcia y Gran de Gràcia, la Cambra del Llibre de Catalunya ha vuelto a apostar por un modelo de copago de las paradas. Un modelo que el año pasado causó polémica, sobre todo entre pequeñas editoriales, y que implica el pago de una cuota de entre 80 y 100 euros —según si se forma parte del gremio o no— cada seis metros de parada.
“Dos semanas antes de Sant Jordi, en las librerías ya estamos notando la ilusión y las ganas de la gente de celebrar esta festividad, y el hecho de que sea dos días después de Semana Santa también supondrá un incremento de las ventas”, ha asegurado Èric del Arco, presidente del Gremi de Llibreters y copropietario de la librería Documenta. Desde la Cambra del Llibre confían en repetir las cifras del año pasado, cuando se vendieron más de 70.000 títulos diferentes, unas ventas que suponen un 20% de la facturación anual de las librerías catalanas.
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