La iniciativa Barcelona Deep Tech Node quiere impulsar a un centenar de empresas emergentes que han surgido de un descubrimiento científico o de una innovación tecnológica disruptiva y que necesitan recursos para crecer
La sede central de Barcelona Activa, ubicada en el Poblenou.
El Ayuntamiento de Barcelona, a través de Barcelona Activa, se ha aliado con las principales universidades catalanas para impulsar Barcelona Deep Tech Node. La iniciativa debe servir para acompañar a más de un centenar de empresas emergentes de los ámbitos científico y tecnológico, entre 2021 y 2023, en su desarrollo. Contará con el apoyo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), la Universitat Pompeu Fabra (UPF), la Universitat de Barcelona (UB) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El proyecto se dirige a startups que hayan surgido de un descubrimiento científico o de una innovación tecnológica disruptiva y que necesiten recursos para crecer. Las inversiones que reciban servirán para que estas compañías puedan iniciar la fase de comercialización de sus productos. Son las llamadas empresas deep tech, muchas de las cuales surgen en el ámbito académico, y que corresponden a un segmento de startups que equivale al 13% del conjunto de empresas emergentes que actualmente se crean en Barcelona, según datos del Ayuntamiento.
El presupuesto inicial para los próximos dos años es de 840.000 euros, de los que Barcelona Activa aportará 470.000 euros; las universidades, 300.000 euros, y diferentes patrocinadores, 70.000 euros. Desde Barcelona Activa, para facilitar el acceso a la financiación, se organizarán foros con inversores y, de cara a 2022, se activará un servicio de búsqueda y tramitación de instrumentos financieros públicos, donde un grupo de expertos identificará y tramitará las convocatorias dirigidas a empresas emergentes tecnológicas.
En la presentación de la iniciativa, el primer teniente de alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, la ha calificado como “un punto de inflexión muy importante respecto a la transferencia de conocimiento al sistema económico y productivo de la ciudad y del país”. Para conseguirlo, Collboni ha añadido que Barcelona ya dispone de una buena base porque tiene una gran producción científica.
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