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Barcelona, campus de emprendedores

El impulso que ha tenido Barcelona para posicionarse en los primeros lugares de la liga de la innovación, compitiendo con ciudades punteras como Londres, Berlín o París, cuesta entenderlo con una lógica exclusivamente racional. Es innegable que es una conjunción de factores. Hay que pisar la ciudad condal para entenderlo
Realización y edición: Morrosko Vila-San-Juan

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mpieza un nuevo día en Barcelona. Dejamos atrás un 2017 con muchos momentos por grabar en la memoria, entre otros la conmemoración del 25 aniversario de los juegos olímpicos de Barcelona’92. Unos juegos que abrieron la ciudad al mundo y dieron un claro impulso a la transformación de Barcelona. Hoy recogemos los frutos: el aeropuerto de Barcelona consigue cifras récord con más de 47 millones de pasajeros. Un año intenso por la apertura de nuevas conexiones internacionales. Nuevas puertas que dan entrada a nuevos proyectos.

Caminamos por las Ramblas, donde cada día pasean más de 200.000 personas. El mosaico de Miró evoca un pasado que tenemos muy próximo, pero también da la bienvenida a todas las bolsas y maletas que llegan de todo el mundo para visitar la ciudad. En el centro, una pareja con una niña pequeña se hace un selfie para inmortalizar el momento de unas vacaciones que tocan a su fin.

EL MOBILE Y SANT JORDI, DOS FORMAS DE VIVIR LA CIUDAD

La multitud nos empuja hacia abajo con prisa y acabamos flotando entre losetas de flores, casi sin darnos cuenta. Nos cruzamos con un grupo de personas con rasgos asiáticos que corren para encontrar un transporte que los acerque al Mobile World Congress. La edición de 2017 superó la cifra récord de más de 100.000 visitantes. El Mobile es uno de los grandes meetings y congresos que ayudan cada año a proyectar Barcelona mundialmente.

Si eres afortunado de estar en Barcelona por Sant Jordi, podrás disfrutar de la fiesta reivindicativa por excelencia de la cultura catalana. La celebración de la festividad de Sant Jordi es una de las cosas que hay que vivir, como mínimo, una vez en la vida. Una experiencia inmersiva entre puestos de flores y libros y un día en el que vence el amor. Una jornada donde es inevitable enamorarte de Barcelona. El impacto y la fuerza de una fiesta tan nuestra fue uno de los argumentos utilizados por la UNESCO en 1995 para declarar el 23 de abril como Día Internacional del Libro.

Seguramente algunas de las personas que han respirado este ambiente son las que han hecho posible que Barcelona sea una de las 10 mejores ciudades del mundo, según el ranking internacional The World’s Best Cities 2018 que lidera Londres. En una de las categorías, la de lugar, Barcelona es segunda solo por detrás de Tokio.

El clima idílico de Barcelona, uno de los factores analizados en este estudio, se combina con la gran variedad de colores que componen el puzle de la capital catalana: los colores del parque Güell, de la Casa Batlló, de la Sagrada Familia, del entorno de Montjuïc… incluso los colores del Barça, que atraen miradas de todo el mundo. Monumentos y sitios emblemáticos que hacen de Barcelona una ciudad original, creativa y única.

Acompañamos a un grupo de jóvenes hasta la plaza Sant Jaume, centro político y corazón administrativo por excelencia, donde se levantan el Ayuntamiento y la Generalitat de Catalunya. Curiosamente la plaza ya era antiguamente el punto donde se cruzaban el Cardo y el Decumano, vías principales del foro romano.

“Es de admirar cómo, con el paso del tiempo, Barcelona ha sabido integrar los diferentes estilos gótico, neoclásico y renacentista presentes en las fachadas, lo que da sensación de continuidad a la historia”.

PIER 01, LA PRIMERA PIEDRA DEL HUB

Una vez cruzamos Vía Layetana, la Lonja es la antesala del Palau de Mar, nuestro destino final. Situado en la plaza Pau Vila, el Palau de Mar es un edificio típico de la arquitectura portuaria del siglo XIX, construido para dar respuesta a las expectativas de comercio de la época. Nunca se utilizó como depósito comercial, que era la intención principal. Durante los juegos olímpicos se le dio un uso administrativo y acabó siendo sede del Departamento de Bienestar Social de la Generalitat. Un año más tarde se iniciaba el proyecto de Museo de Historia de Cataluña. Actualmente es sede tanto del Museo como del Pier01, bautizado por algunos como la casa de las startups.

El viento suave nos abre los pulmones para inspirar muy fuerte el ambiente de uno de los puertos más importantes de Europa. La mezcla de tonos azules y el regusto de sal de mar evocan una fuerza intrínseca, identitaria de una forma de ser y el convencimiento de que la suma de voluntades lleva a la certeza de que todo es posible. Como los castellers, que con firmeza levantan al enxaneta para coronar el pilar.

Prueba de ello es el último maratón televisivo, centrado en la investigación de algunas de las enfermedades infecciosas más graves, donde se captó a través de un montón de actos y proyectos solidarios un total de 7,2 millones de euros.

Este convencimiento es también el que llevó a un grupo de emprendedores a proponer en 2011 al entonces alcalde de Barcelona, Xavier Trias, la creación del que ha acabado siendo uno de los mejores hubs tecnológicos europeos: Barcelona Tech City.

EL POTENCIAL DEL ECOSISTEMA TECNOLÓGICO DE CATALUNYA

El impulso que ha tenido Barcelona para posicionarse en los primeros lugares de la liga de la innovación, compitiendo con ciudades punteras como Londres, Berlín o París, cuesta entenderlo con una lógica exclusivamente racional. Es innegable que es una conjunción de factores. Hay que pisar la ciudad condal para entenderlo.

Y por eso estamos aquí. Para entender cómo desde el silencio, la prudencia y la discreción se ha construido un proyecto que ha superado todas las expectativas. Pocos podían imaginarse el crecimiento exponencial que ha tenido el ecosistema startup estos últimos años. A mano derecha de los dos cuerpos rectangulares que levantan el Palau de Mar, encontramos la entrada al Pier01, sede de Barcelona Tech City, clúster digital que engloba una nueva generación de empresas tecnológicas. El edificio, de unos 11.000 metros cuadrados, acoge un centenar de startups donde trabajan casi un millar de personas.

emprenedors a Barcelona Tech City
Font: Barcelona Tech City

La asociación, presidida por Miguel Vicente y dirigida por Miquel Martí, ha celebrado este año el primer aniversario de su proyecto estrella, este Pier01 donde ahora nos encontramos. Pocos nombres han sido tan acertados. Por una parte, Pier, como puerta de entrada al ecosistema emprendedor de la ciudad y una de las piezas que han ayudado a consolidar Barcelona como hub tecnológico en el contexto internacional. Por otra, 01, que en el fondo manifiesta que es el primero pero no el último.

Barcelona genera oportunidades de negocio y escala posiciones que la sitúan en el top five europeo con respecto al número de startups, solo por detrás de Londres, Berlín, París y Dublín. Este año ocupa el cuarto lugar del podio en la categoría de ciudad donde más capital se invierte en startups, según el informe The State of European Tech de la compañía de inversión tecnológica internacional Atomico. Barcelona ha levantado 722 millones de dólares, unos 600 millones de euros; solo la superan las capitales de Reino Unido (Londres), Alemania (Berlín) y Francia (París). Esta cifra muestra cómo iniciativas que se creían muy locales se han proyectado a nivel internacional con una fuerza imparable. Y debe tenerse en cuenta que en este total no computan las adquisiciones de startups catalanas que se han producido durante el año 2017, como la venta de Social Point a Take-two por 230 millones de euros el pasado mes de febrero.

“Una treintena de proyectos catalanes han captado inversión por valor superior a 2 millones de euros en  2017”

PRINCIPALES RONDAS DE INVERSIÓN EN STARTUPS CATALANAS
Fuente: El Referente, Crunchbase, Dealroom.com y datos de las propias startups. Unidades en millones de euros.

Entras en el edificio y más allá de apreciar que los espacios están diseñados con exquisita precisión y originalidad, cuidados y pensados al milímetro, te das cuenta de que son espacios repletos de ilusiones, como todas las que proyectas en una pequeña maleta antes de ir de viaje.

Barcelona Tech City ha sabido sacar provecho de concentrar en un único espacio el potencial tecnológico catalán, con grandes proyectos totalmente complementarios. Es un claro ejemplo de colaboración público-privada donde también tienen cabida el equipo de Startup Catalonia de ACCIO o algunos de los programas de la Mobile World Capital Barcelona. Al mismo tiempo combina a la perfección la presencia de startups punteras como pueden ser Holaluz, Byhours o Tiendeo con proyectos innovadores de grandes corporaciones que quieren tener un pie en el edificio. Hablamos del Innovahub de Gas Natural Fenosa, el Payment Innovation Hub de CaixaBank, Global Payments, Samsung, Visa y Arval, o el Metropolis:Lab Barcelona de SEAT. La necesidad de innovar, diversificar y ser punteros en las últimas tecnologías ha propiciado sinergias potentes entre grandes empresas y startups donde todos buscan lo que les es intrínseco en su ADN: cooperar para crecer más rápidamente y hacer negocio.

Barcelona vive un momento álgido. Barcelona es polo de atracción de nuevos proyectos y capta inversión. Barcelona atrae talento, también talento internacional. Y despierta el interés de emprendedores foráneos que la han situado como la tercera mejor ciudad de Europa a la que se desplazarían para volver a emprender, según el informe Startup Ecosystem Overview 2018 de la Mobile World Capital Barcelona.

Nos sentamos en la cantina, recién inaugurada, con Miquel Martí y escuchamos planes de futuro para seguir escalando posiciones en esta liga de ciudades. Hacemos inventario de todo lo que tenemos y lo que nos falta por alcanzar, porque el relato de Barcelona es un relato en construcción. Y en estas conversaciones larguísimas, que no querrías que acabaran nunca, te das cuenta de que quizás solo hace falta frenar un poco, detenernos y pensar en todo aquello que hemos conseguido para ponerlo en valor. Quizás tenemos que creernos un poco todo aquello que dicen los rankings. Y no para poner el freno, sino para seguir andando con el pleno convencimiento que quizás sí estamos en el buen camino, creando un ecosistema catalán de alto impacto.

Influyentes de la Semana

1.Pedro Calef
2.Maria Díaz-Morera
3. Ignasi Ribas
Realización y edición: Morrosko Vila-San-Juan

Barcelona, campus de emprendedores

El impulso que ha tenido Barcelona para posicionarse en los primeros lugares de la liga de la innovación, compitiendo con ciudades punteras como Londres, Berlín o París, cuesta entenderlo con una lógica exclusivamente racional. Es innegable que es una conjunción de factores. Hay que pisar la ciudad condal para entenderlo

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mpieza un nuevo día en Barcelona. Dejamos atrás un 2017 con muchos momentos por grabar en la memoria, entre otros la conmemoración del 25 aniversario de los juegos olímpicos de Barcelona’92. Unos juegos que abrieron la ciudad al mundo y dieron un claro impulso a la transformación de Barcelona. Hoy recogemos los frutos: el aeropuerto de Barcelona consigue cifras récord con más de 47 millones de pasajeros. Un año intenso por la apertura de nuevas conexiones internacionales. Nuevas puertas que dan entrada a nuevos proyectos.

Caminamos por las Ramblas, donde cada día pasean más de 200.000 personas. El mosaico de Miró evoca un pasado que tenemos muy próximo, pero también da la bienvenida a todas las bolsas y maletas que llegan de todo el mundo para visitar la ciudad. En el centro, una pareja con una niña pequeña se hace un selfie para inmortalizar el momento de unas vacaciones que tocan a su fin.

EL MOBILE Y SANT JORDI, DOS FORMAS DE VIVIR LA CIUDAD

La multitud nos empuja hacia abajo con prisa y acabamos flotando entre losetas de flores, casi sin darnos cuenta. Nos cruzamos con un grupo de personas con rasgos asiáticos que corren para encontrar un transporte que los acerque al Mobile World Congress. La edición de 2017 superó la cifra récord de más de 100.000 visitantes. El Mobile es uno de los grandes meetings y congresos que ayudan cada año a proyectar Barcelona mundialmente.

Si eres afortunado de estar en Barcelona por Sant Jordi, podrás disfrutar de la fiesta reivindicativa por excelencia de la cultura catalana. La celebración de la festividad de Sant Jordi es una de las cosas que hay que vivir, como mínimo, una vez en la vida. Una experiencia inmersiva entre puestos de flores y libros y un día en el que vence el amor. Una jornada donde es inevitable enamorarte de Barcelona. El impacto y la fuerza de una fiesta tan nuestra fue uno de los argumentos utilizados por la UNESCO en 1995 para declarar el 23 de abril como Día Internacional del Libro.

Seguramente algunas de las personas que han respirado este ambiente son las que han hecho posible que Barcelona sea una de las 10 mejores ciudades del mundo, según el ranking internacional The World’s Best Cities 2018 que lidera Londres. En una de las categorías, la de lugar, Barcelona es segunda solo por detrás de Tokio.

El clima idílico de Barcelona, uno de los factores analizados en este estudio, se combina con la gran variedad de colores que componen el puzle de la capital catalana: los colores del parque Güell, de la Casa Batlló, de la Sagrada Familia, del entorno de Montjuïc… incluso los colores del Barça, que atraen miradas de todo el mundo. Monumentos y sitios emblemáticos que hacen de Barcelona una ciudad original, creativa y única.

Acompañamos a un grupo de jóvenes hasta la plaza Sant Jaume, centro político y corazón administrativo por excelencia, donde se levantan el Ayuntamiento y la Generalitat de Catalunya. Curiosamente la plaza ya era antiguamente el punto donde se cruzaban el Cardo y el Decumano, vías principales del foro romano.

“Es de admirar cómo, con el paso del tiempo, Barcelona ha sabido integrar los diferentes estilos gótico, neoclásico y renacentista presentes en las fachadas, lo que da sensación de continuidad a la historia”.

PIER 01, LA PRIMERA PIEDRA DEL HUB

Una vez cruzamos Vía Layetana, la Lonja es la antesala del Palau de Mar, nuestro destino final. Situado en la plaza Pau Vila, el Palau de Mar es un edificio típico de la arquitectura portuaria del siglo XIX, construido para dar respuesta a las expectativas de comercio de la época. Nunca se utilizó como depósito comercial, que era la intención principal. Durante los juegos olímpicos se le dio un uso administrativo y acabó siendo sede del Departamento de Bienestar Social de la Generalitat. Un año más tarde se iniciaba el proyecto de Museo de Historia de Cataluña. Actualmente es sede tanto del Museo como del Pier01, bautizado por algunos como la casa de las startups.

El viento suave nos abre los pulmones para inspirar muy fuerte el ambiente de uno de los puertos más importantes de Europa. La mezcla de tonos azules y el regusto de sal de mar evocan una fuerza intrínseca, identitaria de una forma de ser y el convencimiento de que la suma de voluntades lleva a la certeza de que todo es posible. Como los castellers, que con firmeza levantan al enxaneta para coronar el pilar.

Prueba de ello es el último maratón televisivo, centrado en la investigación de algunas de las enfermedades infecciosas más graves, donde se captó a través de un montón de actos y proyectos solidarios un total de 7,2 millones de euros.

Este convencimiento es también el que llevó a un grupo de emprendedores a proponer en 2011 al entonces alcalde de Barcelona, Xavier Trias, la creación del que ha acabado siendo uno de los mejores hubs tecnológicos europeos: Barcelona Tech City.

EL POTENCIAL DEL ECOSISTEMA TECNOLÓGICO DE CATALUNYA

El impulso que ha tenido Barcelona para posicionarse en los primeros lugares de la liga de la innovación, compitiendo con ciudades punteras como Londres, Berlín o París, cuesta entenderlo con una lógica exclusivamente racional. Es innegable que es una conjunción de factores. Hay que pisar la ciudad condal para entenderlo.

Y por eso estamos aquí. Para entender cómo desde el silencio, la prudencia y la discreción se ha construido un proyecto que ha superado todas las expectativas. Pocos podían imaginarse el crecimiento exponencial que ha tenido el ecosistema startup estos últimos años. A mano derecha de los dos cuerpos rectangulares que levantan el Palau de Mar, encontramos la entrada al Pier01, sede de Barcelona Tech City, clúster digital que engloba una nueva generación de empresas tecnológicas. El edificio, de unos 11.000 metros cuadrados, acoge un centenar de startups donde trabajan casi un millar de personas.

emprenedors a Barcelona Tech City
Font: Barcelona Tech City

La asociación, presidida por Miguel Vicente y dirigida por Miquel Martí, ha celebrado este año el primer aniversario de su proyecto estrella, este Pier01 donde ahora nos encontramos. Pocos nombres han sido tan acertados. Por una parte, Pier, como puerta de entrada al ecosistema emprendedor de la ciudad y una de las piezas que han ayudado a consolidar Barcelona como hub tecnológico en el contexto internacional. Por otra, 01, que en el fondo manifiesta que es el primero pero no el último.

Barcelona genera oportunidades de negocio y escala posiciones que la sitúan en el top five europeo con respecto al número de startups, solo por detrás de Londres, Berlín, París y Dublín. Este año ocupa el cuarto lugar del podio en la categoría de ciudad donde más capital se invierte en startups, según el informe The State of European Tech de la compañía de inversión tecnológica internacional Atomico. Barcelona ha levantado 722 millones de dólares, unos 600 millones de euros; solo la superan las capitales de Reino Unido (Londres), Alemania (Berlín) y Francia (París). Esta cifra muestra cómo iniciativas que se creían muy locales se han proyectado a nivel internacional con una fuerza imparable. Y debe tenerse en cuenta que en este total no computan las adquisiciones de startups catalanas que se han producido durante el año 2017, como la venta de Social Point a Take-two por 230 millones de euros el pasado mes de febrero.

“Una treintena de proyectos catalanes han captado inversión por valor superior a 2 millones de euros en  2017”

PRINCIPALES RONDAS DE INVERSIÓN EN STARTUPS CATALANAS
Fuente: El Referente, Crunchbase, Dealroom.com y datos de las propias startups. Unidades en millones de euros.

Entras en el edificio y más allá de apreciar que los espacios están diseñados con exquisita precisión y originalidad, cuidados y pensados al milímetro, te das cuenta de que son espacios repletos de ilusiones, como todas las que proyectas en una pequeña maleta antes de ir de viaje.

Barcelona Tech City ha sabido sacar provecho de concentrar en un único espacio el potencial tecnológico catalán, con grandes proyectos totalmente complementarios. Es un claro ejemplo de colaboración público-privada donde también tienen cabida el equipo de Startup Catalonia de ACCIO o algunos de los programas de la Mobile World Capital Barcelona. Al mismo tiempo combina a la perfección la presencia de startups punteras como pueden ser Holaluz, Byhours o Tiendeo con proyectos innovadores de grandes corporaciones que quieren tener un pie en el edificio. Hablamos del Innovahub de Gas Natural Fenosa, el Payment Innovation Hub de CaixaBank, Global Payments, Samsung, Visa y Arval, o el Metropolis:Lab Barcelona de SEAT. La necesidad de innovar, diversificar y ser punteros en las últimas tecnologías ha propiciado sinergias potentes entre grandes empresas y startups donde todos buscan lo que les es intrínseco en su ADN: cooperar para crecer más rápidamente y hacer negocio.

Barcelona vive un momento álgido. Barcelona es polo de atracción de nuevos proyectos y capta inversión. Barcelona atrae talento, también talento internacional. Y despierta el interés de emprendedores foráneos que la han situado como la tercera mejor ciudad de Europa a la que se desplazarían para volver a emprender, según el informe Startup Ecosystem Overview 2018 de la Mobile World Capital Barcelona.

Nos sentamos en la cantina, recién inaugurada, con Miquel Martí y escuchamos planes de futuro para seguir escalando posiciones en esta liga de ciudades. Hacemos inventario de todo lo que tenemos y lo que nos falta por alcanzar, porque el relato de Barcelona es un relato en construcción. Y en estas conversaciones larguísimas, que no querrías que acabaran nunca, te das cuenta de que quizás solo hace falta frenar un poco, detenernos y pensar en todo aquello que hemos conseguido para ponerlo en valor. Quizás tenemos que creernos un poco todo aquello que dicen los rankings. Y no para poner el freno, sino para seguir andando con el pleno convencimiento que quizás sí estamos en el buen camino, creando un ecosistema catalán de alto impacto.