El Lliure prepara una temporada llena de preguntas por responder con Chéjov, Lorca y La Calòrica

Después de unos primeros meses al frente del Teatre Lliure, Julio Manrique ha preparado una primera temporada que va de clásicos como Chéjov, Molière, Shakespeare y Lorca hasta una nueva producción de La Calórica. “Es una programación contemporánea, abierta y comprometida con los debates e incertidumbres de nuestro mundo”, ha defendido Manrique, “creo que un teatro no es el mejor lugar del mundo para las certezas pero es un espacio inmejorable para que las preguntas nos conmuevan y nos hagan pensar”.

Después de conseguir una ocupación del 81% en esta temporada, con casi 88.000 espectadores y 3.000 abonos, la 2024/2025 estará formada por un total de 24 espectáculos, con 15 de ellos con la sala barcelonesa como productora. La gavina de Chéjov será la encargada de subir el telón en Montjuïc, dirigida por el propio Manrique y con Cristina Genebat, Daniel Selvas y David Verdaguer.

Luego vendrá otro gran nombre como Moliére con El misantrop versión redes sociales y postureo, con Pol López y Mireia Aixalà, previamente estrenado en el Festival Grec. Shakespeare se verá en un Hamlet muy libre interpretado por actores con Síndrome de Down en el Lliure de Gràcia y un Casting Lear en el recuperado Espai Lliure, muy aplaudido en el Teatro de La Abadía de Madrid.

Después de la Yerma protagonizada por Maria Hervás, Federico García Lorca volverá a subirse al escenario de la sala Fabià Puigserver con El público, dirigida por Marta Pazos, quien ya deslumbró recientemente con su dirección escénica para la ópera Alexina B. en el Liceu. Por si cualquier título del granadino no fuese suficiente, la obra irá a cargo de la Comedia Nacional de Montevideo, fundada por su actriz y gran amiga Margarida Xirgu. “Me parece una rima preciosa”, ha valorado Manrique.

Todo lo que hace La Calórica se convierte en un éxito, como se ha visto recientemente en el Espai Texas con la reposición de Fairfly, y seguro que lo será La brama del cérvol (una experiència única en un marc incomparable), su nueva producción, encargada de cerrar la temporada en el Lliure de Montjuïc. Si unos urbanitas se van a un hotel cuco en la montaña a desconectar y pasan por las manos de esta compañía teatral, ya se sabe que habrá risas aseguradas, sin dejar de lado la frivolidad de la sociedad que les rodea.

El primer curso de Manrique, en el que incorporará al hasta ahora director del Festival Grec, Cesc Casadesús, como adjunto a la dirección, también traerá L’herència, una obra sobre jóvenes gays en el Estados Unidos de Trump, dirigida por Josep Maria Mestres y con Carlos Cuevas. “Una obra colosal, también por su duración”, ha avanzado Manrique. Recogiendo el testigo de obras largas que marcó El día del Watusi, esta se irá a las seis horas, con dos partes que se repartirán en dos días entre semana y se concentrarán los sábados y los domingos. “Estoy convencido de que se convertirá en un evento”, ha remarcado el director del Lliure. Una apuesta por formatos exigentes que se ve también en la intención de volver a programar la adaptación de Francisco Casavella de aquí a dos temporadas.

A todo esto, la nueva dirección del Lliure tiene como medida estrella la recuperación del Espai Lliure como sala de exhibición permanente. Ahí se empezará la temporada con La nit del peix kiwi, sobre un actor en horas bajas que trabaja en la grúa municipal, estrenada en la Sala Flyhard.  También destaca la propuesta con la que ganó la dirección Manrique, el proyecto Ànima Lliure, con el que quiere visualizar a las personas con diversidad funcional encima del escenario, un objetivo que ya inició su predecesor, Juan Carlos Martel Ba­yod, con la excelente adaptación de Lectura fácil. A partir de ahora, habrá una producción por temporada. La primera será Fantàstic Ramon, con dramaturgia y dirección de Clàudia Cedó.

Por añadir una recomendación más, se reprogramará L’imperatiu categòric de Victoria Szpunberg, uno de los éxitos de esta temporada, y llegará 14.4, un monólogo de un joven que emigra de Tánger hacia España, ideada por el dúo detrás de la última gran obra dedicada a Lorca, Una noche sin luna, Juan Diego Botto y Sergio Peris-Mencheta.