Música

Upload y las cooperativas Quesoni y L’Afluent asumen la gestión de la Sala Barts

El Ayuntamiento de Barcelona adjudica la concesión del espacio de artes escénicas y musicales al consorcio Músiques en Paral·lel que, bajo la coordinación de la gestora cultural Anna Cerdà, relevará a The Project, que ha optado por no presentarse al concurso

Un nuevo gestor y un cambio en la orientación cultural. Éste es el futuro de la Sala Barts, el espacio de artes escénicas y musicales del Paral·lel. El encargado de llevarlo a cabo será el consorcio creado por las cooperativas Quesoni y L’Afluent, junto con la Sala Upload. La coordinación del proyecto, denominado Músiques en Paral·lel, corresponderá a la gestora cultural Anna Cerdà.

La propuesta cultural ha ganado la adjudicación municipal para gestionar la sala en los próximos cuatro años (prorrogables), tras plantear un uso intensivo del espacio con la conjugación de calidad, vínculo con el sector local e internacional y nuevos elementos de programación, y también la mejor oferta económica, en la propuesta presentada en el concurso convocado por el Ayuntamiento de Barcelona, ​​según ha informado el Institut de Cultura de Barcelona (Icub).

El relevo en la gestión se produce después de que el consistorio, propietario de la sala ubicada en el antiguo Teatro Español, anunciara la reorientación de la programación de acuerdo con el plan municipal Casas de Cultura de Barcelona, ​​que quiere desplegar nuevas estrategias en equipamientos y espacios que ya tienen una trayectoria cultural y artística en la ciudad para que se conviertan en polo de dinamización en diferentes disciplinas.

El propósito del ayuntamiento es que en esta nueva etapa la sala se convierta en un espacio dedicado al tejido local, pero con una vocación nacional e internacional, que conecte con las entidades. Así, los criterios del concurso determinaban aspectos como trabajar en estrecha coordinación con la Xarxa de Fàbriques de Creació de la ciudad de Barcelona y más concretamente con la Fabra i Coats, así como con el tejido de Centros Cívicos y otros espacios de música de titularidad pública como L’Auditori, entre otros condicionantes.

Esta fue una de las razones principales que llevó al hasta ahora gestor del espacio, la promotora musical The Project, a no presentarse al concurso municipal para renovar una concesión que explota desde 2012 y que finalizará el próximo 17 de abril. The Project defendía que ha hecho de la sala “un modelo de referencia, tanto a nivel local como nacional, por la multiplicidad de proyectos artísticos que ha programado a lo largo de casi 10 años”, una etapa que atrajo a 1,5 millones de espectadores. Para el promotor musical “el contenido del nuevo concurso, que limita su uso sólo a la música, hace inviable la continuidad de lo que es y lo que ha sido Barts y su propuesta transversal y multi escénica. Este hecho ha determinado la dolorosa decisión de no presentar una propuesta”.

Según el Icub, Músiques en Paral·lel “propone un uso intensivo de la sala con una fórmula que conjuga la calidad, el vínculo con el sector local e internacional” y nuevos elementos de programación vinculados a la educación, la innovación, la experimentación y la proximidad. “El proyecto Músiques en Paral·lel relaciona las dos salas (Sala Principal y Sala Club) con una programación muy coherente y complementaria, demuestra un gran conocimiento del territorio y de la realidad cultural y asociativa de la ciudad, presentando numerosos vínculos y compromisos entre asociaciones, instituciones y ámbitos privados con el proyecto presentado”, asegura el Institut de Cultura.

Interior de la Sala Barts.

La oferta económica ha sido también un factor de peso. Las bases del concurso determinaban un canon fijo anual de un mínimo de 30.000 euros y la oferta presentada por ambas cooperativas y la Sala Upload lo aumenta hasta los 91.000 euros, además de comprometerse a destinar 20.000 euros a proyectos vinculados a la educación y 20.000 euros a proyectos de producción.

Respecto a los impulsores de Músiques en Paral·lel, la cooperativa Quesoni promueve festivales como el Say it Loud y está presente en varios espacios colectivos como La Comunal, l’Ateneu Cooperatiu del Vallès Oriental, CulturaCoop o la Xarxa de Festivals de Catalunya.

Afluent es una cooperativa de servicios culturales, que en estos momentos lleva la dirección artística del BAM, la sala de conciertos VOL y el ciclo Vespres de la UB.

Mientras que la sala Upload tiene una amplia programación y promueve festivales como Gambeat Weekend, Barcelona Psych fest y el ciclo de conciertos al aire libre Picnic Beat.

El espacio de artes escénicas y musicales ha vivido diversas etapas desde que dejó de ser un teatro.
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Publicado por
Redacción TheNBP

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