Carla Tarrés Hanaley
Carla Tarrés, fundadora de Hanaley.

Hanaley prepara su primera ronda para exportar sus viajes personalizados a Europa y América

La agencia de viajes digital barcelonesa facturó un 70% más en 2023 y su objetivo este año es ingresar entre cinco y seis millones de euros. Las parejas de novios que les encargan la organización del viaje de bodas soñado son sus principales clientes.

Carla Tarrés trabajaba en una empresa tecnológica de márketing digital cuando en 2019 decidió emprender en el competitivo negocio de las agencias de viajes, donde vio que existía un fuerte potencial de transformación mediante la combinación de uso intensivo de la digitalización con otra gran tendencia global en el sector del consumo: la personalización. Fue así como fundó a comienzos de 2020 Hanaley, una agencia de viajes online con sede en Barcelona que ofrece exclusivamente itinerarios a medida, alejándose totalmente de la venta de paquetes turísticos y huyendo del concepto de viajes organizados o en grupo.

La misión de Hanaley —que toma su nombre a una bahía de Hawaii— es hacer realidad el viaje soñado por cualquier viajero, apoyándose en la tecnología y en el asesoramiento personalizado que ofrecen los expertos profesionales del sector turístico que tiene en plantilla y que son conocedores de los destinos más deseados del planeta. A partir de las preferencias y del destino elegido por cada viajero, Hanaley diseña una experiencia totalmente personalizada, ocupándose de la reserva de los vuelos y hoteles y también de la organización de todas las excursiones y actividades de valor añadido y diferenciales que realizarán en el país. No hay ningún viaje igual, ya que aunque se repita el destino, hay viajeros que priorizan, por ejemplo, las experiencias gastronómicas y otros las lúdicas, culturales o deportivas. El precio medio de los viajes únicos de larga distancia que planifican oscila entre los 6.000 y los 12.000 euros por persona, con una duración de alrededor de trece días.

Las parejas de recién casados, ávidas de organizar el viaje de su vida, son los principales clientes de Hanaley, ya que generan el 50% de su negocio. Japón, Perú, Colombia, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda, Hawaii, Polinesia y Malasia son actualmente los grandes viajes más deseados por los usuarios de Hanaley, que trabaja también safaris y rutas en países africanos como Tanzania, Kenya y Botswana, y destinos asiáticos como China, Bhutan, Nepal y Uzbekistan. Los road trip por Estados Unidos son otro de los productos más demandados.

En 2023, la startup organizó 330 experiencias personalizadas para unos 820 viajeros, lo que se tradujo en una cifra de negocio de 4,25 millones de euros, lo que supone un incremento del 70% respecto al año anterior, cuando facturó 2,5 millones. Desde sus inicios en plena pandemia suma ya más de 1.900 viajeros y 750 viajes personalizados. “Nosotros no organizamos diferentes tipos de viajes, sino que organizamos viajes para diferentes tipos de viajeros. Cada cliente es único y, por tanto, cada viaje debe serlo”, afirma Tarrés. Según la emprendedora, “la clave del éxito” de Hanaley y de su rápido crecimiento es “haberse sabido adaptar a las necesidades del consumidor actual, muy diferentes a las de hace unos años. Cumplir con todos los requisitos del nuevo consumidor, a la vez que ofrecemos un servicio de calidad, es lo que nos ha ayudado a lograr estos resultados”.

Su objetivo es volver a crecer a doble dígito este año, alcanzar una facturación de entre cinco y seis millones de euros, y entrar en rentabilidad gracias a una mayor eficiencia de las operaciones. La plantilla ya ha crecido en cuatro personas en lo que va de 2024, hasta sumar un equipo de 19 profesionales, la mayoría de ellos expertos en grandes viajes y en los destinos más demandados por sus clientes. Se prevé que a lo largo del año se incorporarán unas tres o cuatro personas más.

Hanaley, que tiene una estructura muy ligera basada en el teletrabajo y en la captación de clientes mediante técnicas de márketing digital y recomendación, se ha financiado hasta ahora con el capital inicial de 29.000 euros que aportaron un grupo de cinco socios, aunque actualmente Tarrés es la única accionista. Asegura que los primeros dos años, como consecuencia de la pandemia, fueron muy difíciles, pero ahora se muestra satisfecha de haber persistido y logrado validar su modelo de negocio sin haber tenido que acudir aún a una ronda de financiación.

Apertura de nuevos mercados en 2025

Tarrés, sin embargo, ya ha empezado a reunirse con fondos de inversión para poder cerrar a finales de año una primera ronda con la que prevé financiar la expansión internacional de la empresa y seguir invirtiendo en tecnología. Actualmente, la web de Hanaley solo está disponible en castellano, pero a partir de 2025 la idea es incorporar nuevos idiomas como el inglés, el francés y el alemán para poder exportar su modelo de viajes personalizados online a países europeos como Francia y Alemania. Por el momento, la compañía acaba de iniciar este mes una prueba piloto en México, confiando en que este país pueda convertirse en su segundo mercado antes de la apertura de Europa. Actualmente, el 90% de los clientes de Hanaley son españoles, fundamentalmente de Barcelona y Madrid; y el 10% ya son extranjeros, que han conocido la empresa por recomendación.

Carla Tarrés Hanaley
Carla Tarrés, consejera delegada de Hanaley.

“Operamos en un mercado muy competitivo, por lo que supone una gran satisfacción ver que un 20% de los clientes ya nos llegan por recomendación de usuarios que ya nos han probado. Además, tenemos ya una ratio de recurrencia del 15%, es decir, de clientes que ya han viajado más de una vez con nosotros”, asegura Tarrés.

La emprendedora prefiere no cifrar el importe de la ampliación de capital que está diseñando Hanaley. “Nos hace falta financiación para hacer frente a nuestros planes de futuro, sí, pero no queremos que sea a cualquier precio. Ha sido muy difícil llegar hasta aquí, por lo que quiero elegir muy bien a los futuros inversores, que deben apostar por un crecimiento sostenible y viable en el tiempo”, concluye.