Lluís Salvadó David Pino Port Vell
El presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, y el director general del Port Vell, David Pino.

El Port Vell abrirá 15 hectáreas más a la ciudadanía tras una inversión de 250 millones

Los laterales del Muelle de Barcelona, donde está ubicado el World Trade Center, se abrirán para poder pasear, con una pasarela que conectará con la Rambla, y también se conectarán mejor los tinglados de Sant Bertran y la lonja de pescadores

La llegada de la Copa del América ha supuesto un revulsivo para la ciudad, especialmente, para el Port Vell, la ubicación escogida para instalar las bases de los equipos participantes. El evento deportivo ha sido la excusa para acelerar actuaciones ya previstas por la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), con el objetivo de mostrar su mejor cara cuando se acerquen los asistentes a seguir la competición. La transformación que han vivido las zonas abiertas a los ciudadanos del puerto, con una inversión de 140 millones de euros, se continuará una vez pase la regata. Así, se ejecutará un nuevo plan de actuaciones de aquí a 2030, formado por una cincuentena de actuaciones con un presupuesto de 250 millones de euros, de los cuales el 45% serán recursos públicos.

“Queremos más Port Vell”, ha sostenido el presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó. Esta zona del puerto está formada por 70 hectáreas y la intención es ganar más superficie. En parte, se hará abriendo al público zonas que hasta ahora se incluían en el cómputo pero por las cuales no se podía pasear. Es el caso del Muelle de Barcelona, donde está ubicado el World Trade Center (WTC), encajado en el mapa del Port Vell, pero con sus laterales ocupados por la actividad de cruceros que impiden el paso.

Ahí se creará un nuevo recorrido que permitirá caminar al lado del mar. “La gente quiere tocar el agua”, ha remarcado el director general del Port Vell, David Pino. Con las obras de la Rambla de fondo, el primer paso que se dará será hacer accesible este mismo año el lateral del Muelle de Barcelona en el que se encontraba la terminal Baleària, así como el espacio donde estaba ubicada la terminal Norte, que recibió su último crucero a finales de octubre pasado.

Tal y como avanzó The New Barcelona Post, esta actuación se acompañará por el alargamiento de la Rambla hasta el muelle, que se llamará la Rambla del Puerto, con una pasarela en línea recta que siga el trazado de la vía. Luego vendrá la urbanización del espacio que ahora ocupa la terminal Sur del Muelle de Barcelona, con capacidad para dos cruceros medianos, con su cierre previsto para 2026.

Además de la apertura del Muelle de Barcelona, el nuevo plan estratégico del Puerto de Barcelona reconquistará el camino hacia los antiguos tinglados del Muelle de Sant Bertran, donde se ubicará un hub de empresas emergentes de economía azul, con las primeras startups instalándose a principios del próximo curso en la primera nave rehabilitada y adecuando el resto de naves de cara a 2027. “Hasta ahora era un espacio subocupado y degradado. Vamos a rehabilitar los tinglados y su entorno para integrarlo a la ciudad”, ha expuesto Salvadó. Con los muelles de Barcelona y Sant Bertran, el Port Vell ganará unas 15 hectáreas, llegando hasta un total de 85 hectáreas.

Estas serán algunas de las actuaciones más visibles para el ciudadano que se acerque en los próximos años a un frente litoral que le cuesta sentir suyo, pero no las únicas. Otra medida será la apertura del Muelle de Pescadores, donde se podrá visitar la nueva lonja de pescadores. Para facilitar el paseo hasta las reformadas instalaciones, el puerto prevé poner en marcha un transbordador que conecte los muelles de Pescadores y España, separados por una distancia de 85 metros, por lo que se contempla incorporar una plataforma que se irá moviendo de un lado a otro, similar a los pasos de barca que se encuentran en el río Ebre. Según detalla Pino, la previsión es definir el modelo de explotación entre 2025 y 2026, para ponerlo en marcha en 2027. También ganará protagonismo el olvidado Portal de la Pau, ahora inmerso en una profunda rehabilitación, donde se ubicará un centro de interpretación en el que se explicará la historia del puerto.