Una arqueóloga de chocolate es la protagonista de la mona de la ciencia de este año, una iniciativa de la Universitat de Barcelona (UB) y el Gremio de Pastisseria de Barcelona para difundir la investigación y despertar vocaciones científicas entre los más jóvenes.

En esta tercera edición, la pieza de chocolate vuelve a ser una científica, que este año está acompañada de dos columnas jónicas y un ánfora romana, con la voluntad de representar la tradición griega romana presentes en Catalunya. La arqueóloga de chocolate se alza sobre una base también de chocolate, con huellas prehistóricas de antepasados del Homo sapiens.
Junto a la figura, se incluye el elemento más diferencial de la mona: un código QR que conduce a contenidos divulgativos enfocados a los más jóvenes, elaborados por miembros de los equipos de investigación del Grup de Recerca sobre l’Arqueologia de la Complexitat i els Processos d’Evolució Social (Gracpe) y el Seminari dʼEstudis i Recerques Prehistòriques (Serp) de la Facultad de Geografía e Historia.
“Queremos transmitir a los niños y niñas la idea del descubrimiento, del paso del tiempo, y que aprendan a valorar y entender mejor el patrimonio arqueológico y cultura”, han defendido los dos investigadores que han coordinado el trabajo científico del proyecto de divulgación, Xavier Mangado (Serp) y Rocío Da Riva (Grapce).
La arqueóloga de chocolate llega después de que una geóloga y una bióloga protagonizaran las dos primeras ediciones de la iniciativa. De hecho, ahora se puede elegir entre las tres monas de ciencia creadas hasta ahora, a través de pastelerías que colaboran con la iniciativa.
