Cubrir con un nuevo servicio necesidades vinculadas al emprendimiento en dos direcciones: hacia la startup y hacia los inversores. Es el doble objetivo de Startup in a Box, lanzado por la asesoría Adlanter, que se enfoca tanto a dar respuesta a las necesidades de las startups en cuanto a asesoramiento financiero, como a las del inversor, a los que ofrece “universalidad de criterios y un acceso a los datos de la startup de forma homogénea y clara”, como explica el responsable del segmento de empresas emergentes de Adlanter, Daniel Gil.
Tras el lanzamiento del nuevo servicio integral, Adlanter se fija como objetivo captar una startup al mes, y llegar a la quincena o veintena anuales, en un contexto en el que se crean unas 500 startups en España anualmente: “Nos estamos proyectando en el 4,5% del mercado”.
Para ofrecer este servicio de asesoría, Adlanter propone hacerlo mediante acuerdos con las startups con varios años de duración y con un plan de precios progresivo que se adapta a las fases de crecimiento de la empresa emergente. “Al principio tendremos un margen mínimo, cercano a cero, y la idea es progresar con ellos en el negocio”, resalta Gil.
En este contexto, proponen a las startups trabajar a tres años vista —“para una startup es muy complicado mirar hacia más allá de tres años”—, mediante un plan de crecimiento. “El margen llega con el segundo o tercer año”, también en el caso de que el proyecto emprendedor no acabe despegando: “Puede ser también un negocio rentable con la liquidación de la inversión”.
Así, la asesoría prevé que el lanzamiento de Startup in a Box no afectará a la facturación de 2025, que Adlanter prevé que se sitúe en torno a los 30 millones de euros, por encima de los 23,2 millones que facturó en 2024. “En dos o tres años sí va a tener mucha relevancia a nivel de números”, prevé Gil.
Adlanter, que se ha unido al Tech Barcelona para acercar este nuevo servicio al panorama emprendedor de la ciudad, quiere adentrarse en este ámbito de la mano del venture capital. “Es el que mejor sabe valorar si una startup tiene posibilidades de éxito”, destaca Gil sobre el ecosistema de emprendimiento, que ha probado su “gran potencial de crecimiento” en una capital catalana posicionada como polo de startups.
