El Ayuntamiento de Barcelona redobla su apuesta por el ecosistema emprendedor de la ciudad a través del capital riesgo. El consistorio está ultimando la puesta en marcha de su tercer fondo de inversión, que esta vez estará dotado de 30 millones de euros, el triple que los dos fondos que han lanzado desde 2020.
De nuevo, el Ayuntamiento ha apostado por un fondo de fondos: los 30 millones se invertirán en fondos de capital riesgo privados, que serán los encargados de escoger a las empresas emergentes e invertir en ellas. Pese a que la selección de las startups depende de los privados, el Ayuntamiento fija las condiciones y los criterios que deben seguir, incluyendo el hecho de que las empresas estén radicadas en Barcelona y su entorno metropolitano, como ha explicado el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. Según él, con este fondo la ciudad da “un salto de escala”.
Además, el consistorio prioriza compañías lideradas por mujeres, así como sectores estratégicos para la ciudad, como el deep tech, la economía azul, la sostenibilidad, la salud, la biotecnología y las industrias creativas, ámbitos que ya se cubrían con sus dos primeros fondos. En este tercero, además, pone el acento en nuevos ámbitos: la economía de impacto y la economía del cuidado. Con este último, el Ayuntamiento quiere avanzarse a un proyecto que se está estudiando con empresas y otras instituciones: ubicar en Barcelona un hub del cuidado, con proyectos innovadores que den respuesta a necesidades vinculadas a cuestiones como la dependencia y la vejez.
Con el nombre de Barcelona Invest Fund, el nuevo fondo pretende dinamizar el ecosistema emprendedor de la ciudad a la vez que diversifica su economía y la cartera de inversiones municipales. Para hacerlo, este fondo pone el foco en empresas que buscan entrar en fase de crecimiento, con el objetivo de retener compañías que han surgido en la ciudad y que aspiran a desarrollarse dentro de su ecosistema.
Por este motivo, el Barcelona Invest Fund aumenta los tickets máximo de inversión respecto a los anteriores fondos municipales. Mientras que el primero y el segundo tuvieron como tope tres millones y 1,5 millones de euros, respectivamente, el tercero asciende a cinco millones de euros. Este tercer fondo, como ya hizo el segundo, admite la participación de fondos que van más allá de Barcelona, incluido el ámbito nacional e internacional, por lo que permite atraer capital internacional hacia el ecosistema barcelonés, como ha destacado Valls: “Genera un efecto tractor para que otros inversores privados apuesten por el ecosistema”.
El fondo, que pasará por el pleno municipal de marzo, se enmarca en una estrategia del Ayuntamiento para impulsar su ecosistema a través de fondos de inversión que es única a nivel local, según Valls: “No nos consta que haya ningún otro municipio que esté llevando a cabo este tipo de actividad. Es muy innovadora para un Ayuntamiento”. Así, el consistorio quiere erigirse como un “Ayuntamiento emprendedor” que no sólo asesora, sino que también “comparte el riesgo” con el emprendedor, como ha destacado el director general de Barcelona Activa, Lorenzo di Pietro, junto a los gerentes de Promoción Económica Antoni Fernández y Miquel Rodríguez.
Los dos fondos ya activos del Ayuntamiento suman una cartera de 107 startups invertidas
Desde 2020, el Ayuntamiento ha puesto en marcha otros dos fondos: el Barcelona Accelera, centrado en reactivar la economía tras la pandemia y dotado con diez millones de euros, y el Fondo Deep Tech, lanzado en 2023 para favorecer este sector, con diez millones más. Los dos fondos suman una cartera de 107 startups invertidas, que generan unos 4.000 puestos de trabajo.
Hasta ahora, el Ayuntamiento ha invertido cerca de nueve millones de los 20 que tiene destinados en los dos fondos, que se irán desplegando a medida que lo requieran las inversiones. En concreto, ha invertido ocho millones de los diez disponibles del Barcelona Accelera, que han llegado a 65 empresas, y otros 1,3 millones del Fondo Deep Tech, con 42 startups por ahora. Ambos fondos, que tendrán una duración de al menos unos diez años, tienen la previsión de seguir creciendo e invirtiendo.

Esta fórmula de fondo de fondos genera un efecto multiplicador de la inversión pública, ya que el Ayuntamiento invierte una cantidad bajo la condición de que el fondo privado aporte la misma cuantía con un multiplicador determinado, que en el caso de los dos fondos ya operativos ha acabado multiplicándose por 14, en el primero, y por 10, en el segundo.
Y esta fórmula “empieza a formar parte de la promoción económica de la ciudad”, según Valls. De hecho, estos fondos se retroalimentan, ya que construyen un mecanismo de inversión que permite realizar nuevas inversiones a partir del retorno de las anteriores, como ha resaltado Di Pietro: “Si todo va bien, tendremos una herramienta permanente para el impulso del capital riesgo en la ciudad”.