Carlos Duran, cofundador de las autoescuelas Hoy-Voy.
Carlos Duran, cofundador de las autoescuelas Hoy-Voy. ©Ángel Bravo
LA ENTREVISTA

Carlos Duran: “Hoy puede ser un gran día para tener un mal día”

El empresario se imagina el futuro de la movilidad volando y levitando, con cero emisiones, drones y viajando en transporte público por el tubo. "No habrá siniestralidad cuando todos los coches sean autónomos", adelanta.

Carlos Duran es empresario y músico. Un autónomo de toda la vida apasionado por el arte de los cuatro acordes. Cofundó Hoy-Voy, que ahora es la autoescuela más grande de España con 39 centros, 400 trabajadores, 300 vehículos y más de 600.000 clases prácticas y 115.000 conductores. Hagamos, sin embargo, marcha atrás. Duran estudió Empresariales e Ingeniería Industrial. Un recuerdo de infancia le marcó para siempre, hasta el punto de sentirse estimulado por la incertidumbre económica y buscar la libertad. No le hace especial ilusión conducir y le gusta diversificar su energía.

Ve Rock’n Roll en la juventud. Se embriagó de ideas en un Word y dio alas a la locura. La crisis de los 40 dio ritmo y música a su vida con el grupo Arroz Rojo. Hace unos meses ganó el Premio Joven Empresario de Aijec. Asegura que la intuición, la emoción y la sensibilidad han guiado su vida. La obsesión por las métricas y el método PMD (Probar, Medir y Decidir) también han ayudado. La gente que le rodea lo define por su pasión y su empatía. Emocional, pero también racional a la hora de tomar decisiones.

En un mundo ideal haría una gira musical grabada en un documental de Netflix. O quien sabe si montaría un bar en Castelldefels o en Tulum. “Vivir es urgente”, cantaba su admirado Pau Donés y recuerda Carlos Duran.

Una infancia entre Barcelona y el Pallars.

— Soy el cuarto de una familia de cinco hermanos. Mi padre era ingeniero industrial y le trasladaron a la central nuclear de Ascó y después al Pallars. Mi recuerdo de infancia es ver a mi padre haciendo números en el despacho. Tenía un salario fijo, yo no lo entendía y él pensaba en el mañana.

El mañana.

— Pensé que no tenía gracia vivir pudiendo calcular tu economía del futuro. Para mí ha sido un trauma. Yo quería libertad.

¿Cómo fue la libertad?

— Tenía 16 años y trasladaron a mi padre a Lleida. Me busqué la vida dando clases de guitarra y física y trabajando en una oficina. Quería tener dinero, pero no depender de nadie.

Estudió Empresariales e Ingeniería Industrial.

— Primero pensé en Empresariales, pero me agobié y solo hice dos años. Me pasé a Ingeniería Industrial, pero se tenía que aprobar todo.

— Volvió a la infancia con su padre.

Pero yo no quería hacer su trabajo y me estimulaba la incertidumbre económica. No fui capaz de aprobarlo todo en Ingeniería Industrial y volví a Empresariales. Se me ocurrió hacer de manager de grupos de música. Dejé la carrera, hice un curso de administración de empresas y empecé en el mundo de los conciertos.

— Después de la música llegó el marketing digital.

— Creé Imaginalia en 2001, he pasado muchos momentos peleándome con el mercado… Y hasta hoy. Este es el viaje. Me cuesta mucho poner toda la energía solo en un lugar. ¿Soy emprendedor? He empezado muchas cosas, pero sin vínculos.

Me cuesta mucho poner toda la energía solo en un lugar. ¿Soy emprendedor? He empezado muchas cosas, pero sin vínculos.

¿Qué quiere decir ser emprendedor?

— El emprendedor es la persona que activa y pone en marcha. Es un productor que convierte ideas en proyectos. La palabra emprendedor tiene implícito esto de empezar y no acabar. Empiezas y no sabes si acabarás. He empezado y me he dejado la piel en muchas cosas. Ensayo y error.

Para Carlos Duran, emprender significa convertir ideas en proyectos: empezar y dejarse la piel en muchas cosas. ©Àngel Bravo

Cofundó Hoy-Voy en 2012 y todo empezó con un Volkswagen Golf del 1991.

— Tenía un grupo de música con María, que fue mi alumna de guitarra. Éramos muy amigos y montamos tiendas de fotografía digital que nos fueron muy bien. Le dije que me quería vender el Volkswagen Golf, me dijo que no podía hacerlo y le propuse que me lo comprara ella.

— Pero ella no tenía carné de conducir.

— Le puse un caramelo en la boca porque si se sacaba el carné le cambiaría la vida. Hicimos un trato: ella me compraba el coche por 3.000 euros y si en 6 meses no tenía el carné, yo se lo recompraba. Tenía parking y un amigo que la llevaba. Muy divertido: tenía coche, pero no tenía carné. Y conoció un profesor que se llamaba Jordi y que ahora es mi socio.

La palabra emprendedor tiene implícito esto de empezar y no saber si acabarás

— Hoy-Voy es la primera autoescuela con filosofía low cost y la más grande de España. ¿Le gusta conducir?

— No soy un conductor ilusionado ni me interesa especialmente la conducción. No me hacía especial ilusión crear una empresa de autoescuelas, pero viniendo de María y después de conocer a Jordi no pude decir que no.

— Dijo sí a la filosofía low cost.

— El universo del low cost es fruto de una cena que tuvimos y que de camino a Lleida me hizo pensar qué podíamos aportar al mundo de las autoescuelas. Pensé en un modelo eficiente y, de aquí, vino el low cost. Era el momento de Vueling, Booking o Ryanair, así como de la anticipación de compra, demanda y precio. Tener un coche parado tiene un coste. Una vez llegué a Lleida, cogí el portátil y me emborraché de ideas en un Word.

— La embriaguez de ideas en un Word.

— Todavía lo guardo y no dista demasiado de lo que hemos hecho. Mi hermano abrió el ordenador de mi padre, se encontró un archivo misterioso, lo leyó y alucinó. Yo le veía más Rock’n Roll a la gente joven que a conducir. Creamos Hoy-Voy cuando las autoescuelas todavía no tenían ni página web ni Facebook. El principio fue espectacular.

— ¿Por què?

— Hicimos una cosa muy bestia: cargarnos el binomio alumno-profesor. Entonces todo el mundo se reía, pero la autoescuela donde trabajaba mi socio, que era líder en Barcelona, cerró al cabo de tres años. Todo el mundo pensaba que estábamos frivolizando. Le pregunté a Jordi qué autoescuela quería tener y me respondió que la autoescuela donde le habría gustado trabajar. Le respondí que yo quería tener la autoescuela donde me habría gustado estudiar.

Cuando te dicen que estás loco siempre pasa algo interesante. Se tienen que hacer reuniones de innovación y de locura

 — Hicieron match.

— Le dije a Jordi que el modelo no se aguantaba si cada alumno “se casaba” con un único profesor. Es una matriz. Jordi me preguntó que si estaba loco, pero cuando te dicen que estás loco siempre pasa algo interesante.

El empresario creó Hoy-Voy para que fuera como la autoescuela donde le habría gustado estudiar. ©Àngel Bravo

¿Qué pasó?

— Teníamos que crear una metodología única para todos los profesores para que así el alumno solo notara una pequeña diferencia. Creamos una Intranet de profesores que ahora es una aplicación muy potente de multiprofesor y multialumno. Todo tiene pros y contras, pero lo humanizamos mucho con un test que se parece mucho al Siete de Vida: libro, película, coche, lugar donde perderse…

— ¿A favor?

— Formarte con más de un profesor genera más seguridad al volante cuando uno ya tiene el carné.

— ¿En contra?

— Puede ser que un profesor pregunte una cosa que otro profesor no ha apuntado.

 — Hoy-Voy utiliza un sistema de aprendizaje con IA y tarifas dinámicas.

— Tenemos un sistema inteligente de planificación de prácticas que aprende por si mismo. Hay un secreto que es muy simple y efectivo, pero no te lo puedo explicar. Tiene que ver con la anticipación del número de prácticas y la ocupación futura. El sistema prevé qué pasará y en función de esto mueve el precio, aprende del pasado, compara con solvencia y corrige precios tres veces al día de forma aleatoria. También estamos trabajando la inteligencia artificial en el sistema de test que aprende de las respuestas del alumno. La clave es la inquietud técnica, el universo low cost y las tarifas. Le dije a mi socio que debíamos tener el departamento técnico dentro de casa. Pagamos un precio alto, pero nos da una capa tecnológica muy potente.

Ha hecho suyo el método PMD: Probar, Medir y Decidir.

— Está muy bien tener ideas, pero convertirlas en proyectos implica mucha energía, tiempo y dinero. Probar, medir y decidir. Carlos Blanco sabe mucho de esto. Hay que hacer el formulario aunque falle, pero si la gente envía el formulario es que ya lo estás haciendo bien. Es la metodología Lean o Agile. Nosotros tenemos una obsesión con las métricas a la hora de tomar decisiones.

Está muy bien tener ideas, pero convertirlas en proyectos implica mucha energía, tiempo y dinero. Probar, medir y decidir

¿Cómo es la toma de decisiones?

— Hemos gastado poca energía en malas ideas. Hacemos a menudo reuniones de innovación y locura. El día a día te hace ir de culo, pero siempre hay este clima donde todo vale y nadie hace preguntas estúpidas. Es una forma de ser.

— ¿Cómo ve la ciudad de Barcelona?

— Muy bien, en contra de lo que todo el mundo dice. Soy de aquí, he vivido fuera y ahora vivo en Alella. ¡Barcelona es una ciudad bestial e ilusionante! Tiene y tendrá siempre un clima que la hace única. Es una ciudad con mucho magnetismo y al talento le hace ilusión vivir en Barcelona. Se está haciendo una apuesta valiente por el verde y la movilidad.

Carlos Duran y Víctor Costa durante la entrevista.©Àngel Bravo

¿Soluciones o problema de movilidad?

— Yo vengo de Alella en autobús, pero podría venir en coche. En Barcelona están pasando muchas cosas en Las Ramblas, Consell de Cent o en las superilles. No era consciente de ello, pero Barcelona tiene un problema mayor de contaminación que de movilidad. Coger el coche aquí es un lujo en comparación con Madrid. El gran problema de Barcelona es el acceso a la vivienda: es muy difícil vivir en el centro de la ciudad con un sueldo normal.

¡Barcelona es una ciudad bestial e ilusionante! El gran problema de la ciudad es el acceso a la vivienda y la contaminación más que la movilidad

 — Movilidad, vivienda y gentrificación.

 — Nosotros contaminamos y estamos muy en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona por la no huella de carbono. Hay sensibilidad, muchas ganas y energía. No es lo mismo trabajar en Barcelona y vivir en Vic, que en Gavà.

 — Dice que la vida es provisional. ¿Por qué?

 — Fue cosa de la crisis de los 40. Tengo muy interiorizado que todo es inicio, desarrollo y desenlace. Es entonces cuando piensas que la vida es un regalo y que siempre hay problemas. Soy muy emocional, pero decido desde la parte racional. La crisis de los 40 me cambió la vida y pensé que quizás ya había vivido los años que me quedaban.

— ¿Y qué hizo?

— A los 20 años vivía con intensidad y me importaba todo bastante poco, pero a los 40 tomé conciencia de lo que me quedaba y recordé que 1+1=2. Empecé a tener hábitos más saludables, decisiones menos alocadas y pensé en comprar un piso en vez de vivir toda la vida de alquiler. Cuanto mayor te haces más conciencia tienes de que la fiesta se acaba. Ahora intento no hacer cosas que no me interesen al menos un poco. De pequeño tiraba mucho la toalla y esto me ha hecho pensar que quizás soy una persona poco comprometida. ¿Por qué la cultura del esfuerzo?

La crisis de los 40 me cambió la vida y pensé que quizás ya había vivido los años que me quedaban. Cuanto mayor te haces más conciencia tienes de que la fiesta se acaba

¿Por qué?

— Si puedes no esforzarte…

Seguir la intuición también implica esfuerzo y valentía.

— No me apasiona conducir, pero sí ver a gente que se apasiona por lo que hacemos. Cuando me interesa una cosa pongo mucha energía. Si me levanto por la mañana y el mal humor me dura mucho, cambio de aires. Escribí una canción titulada El momento ideal que decía “Hoy puede ser un gran día para tener un mal día”. No merece la pena acostumbrarse a tener una relación o una vida que no te llena. No se pueden perder años de vida.

— Su grupo de música Arroz Rojo también nació de la crisis de los 40 y las pastillas del colesterol.

— Ahora ya me he cambiado a las pastillas que tocan. Arroz Rojo es la crisis de los 40 convertida en música que siempre ha sido mi gran pasión. Me he rodeado de gente que se ha unido al proyecto y presenté un álbum en enero de 2020 en Luz de Gas. Llegó la pandemia. Mi hobby es hacer música, pero la música vale dinero.

Le dedicó una canción a Pau Donés.

— Pasé la pandemia en el Pallars, compuse una canción y la compartí con Jaime de Burgos que fue teclista de Jarabe de Palo y es el teclista de Arroz Rojo. Jaime también estaba en el Pallars y empezamos a tocar juntos y a grabar la canción en piano y voz recordando la gira que él había hecho con Pau Donés por toda América. Pau murió el mes de junio y me impregné mucho de toda aquella energía.

Eso que tú me das… Es mucho más de lo que pido…

— Nuestra canción se llama Hasta siempre y es un recorrido por los doce meses del año. Quería dibujar 2020 a través de una canción. La letra me costó mucho y para el estribillo cogí una frase de Pau Donés que dice así: “Vivir es urgente”.

—  “Vivir es urgente”.

Es una frase que me habría encantado robarle y es por eso que de alguna manera le dedico esta canción. Pau Donés ha sido un referente, sin tener una gran voz ni una gran técnica. Pau era un genio porque llegaba a la gente, hacía fácil aquello difícil con una melodía sencilla. La canción No puedo vivir sin ti de Coque Malla son cuatro acordes pero tiene mucho rollo. Pau hacía lo mismo y era muy inspirador.

Pau Donés ha sido un genio y un referente porque llegaba y conectaba con la gente sin tener una gran voz ni una gran técnica. Hacía fácil lo difícil con una melodía sencilla

— El anterior entrevistado de Persona a PersonaOusman Umar, le hace la siguiente pregunta: ¿Cuál es tu visión de la movilidad sostenible de aquí a 30 o 40 años? Respuestas de futuro para problemas de futuro.

— Ni Alfons Cornella predice el futuro a 30 o 40 años vista… Es una eternidad y todavía más en el mundo de la tecnología. Ahora bien, me imagino el futuro de la movilidad volando y con cero emisiones.

Hace unos meses, Duran recibió el Premio Joven Empresario de Aijec. ©Àngel Bravo

— Volando y con cero emisiones.

— Sin techo. Veo drones y universo. Y mucha velocidad. Alucinaremos. Levitaremos. ¿Quién conducirá de aquí a 10 años?

— ¿Quién conducirá de aquí a 10 años?

El trabajo no lo tengo yo, lo tiene la DGT. Habrá que tener un papelito con una formación y el gran debate no será la conducción autónoma que es eficiente cuando toda la conducción es autónoma. Si el humano y la máquina se enfrentan, entonces tú tienes un problema. Si se enfrenta la máquina con la máquina, entonces la ética tiene un problema. No habrá siniestralidad cuando todos los coches sean autónomos, pero entonces será importante la educación o el marco legal. Esto será muy bestia y mira que todavía no podemos conducir coches automáticos con el carné manual. ¿Transporte público? Iremos por el tubo.

¿El futuro de la movilidad? Volando, cero emisiones, drones y por el tubo

—- ¿Le preocupa?

— La verdad es que no, cuando lleguemos al río cruzaremos el puente. La única decisión que me quita el sueño es anticiparnos al cambio de normativa con los 300 coches manuales que tenemos. Equivocarnos un poco nos sale muy caro. ¿Y qué he hecho mal? Me pregunto.

— ¿Y qué ha hecho mal?

— Nosotros no hemos venido aquí a ganar dinero y solo queremos vivir un poco tranquilos. He sido autónomo toda la vida y no ha habido una sola temporada donde haya pensado que tendría un final de mes tranquilo. Con Hoy-Voy hemos hecho una cosa muy difícil en un sector muy hostil. Mi socio lo resume muy bien: sueldo, horario y trato. Pero en el sector de las autoescuelas hay mucho dinero negro y es cuestión de tiempo que no puedan hacer trampas. Aun así, nosotros competimos.

¿Cómo compiten?

— El alumno es muy sensible al precio y todo el mundo quiere algo bueno, bonito y barato. En Madrid fracasamos de forma estrepitosa y si España fueran 17 Cataluñas sería genial.

¿Por qué fracasaron en Madrid?

— El idioma del mercado de Catalunya es el curso teórico y las prácticas. En Madrid van por precio y hay mucho tramposo. Si hablas un idioma diferente al del mercado tienes que tener tiempo y dinero. De hecho, es mejor hablar un idioma que el mercado entienda porque reeducar al mercado te puede consumir mucho. Hemos tenido que hacer muchos cambios y nos ha costado mucho. Hay realidades muy diferentes.

Saber decir no es muy importante

 —¿Se imagina haciendo algo diferente a Hoy-Voy?

— Me encantaría hacer algo con la música. Muchos franquiciados son amigos míos y sería incapaz de tomar una decisión que dejara colgado el proyecto de Hoy-Voy. En un mundo ideal y si me tocara la lotería, me encantaría hacer una gira grabada en un documental de Netflix. Y si algún día me voy de aquí será para montar un bar en Castelldefels o Tulum. Empecé muy pronto y estoy un poco cansado. Me gustaría parar.

— ¿Y por qué no?

 También tengo una parte muy buena: libertad de agenda y movimientos. Saber decir no es muy importante. Nada es fantástico y todo es una gama de grises. El día que un médico te dice que te queda poco tiempo de vida, solo te puedes arrepentir de cómo de imbécil has sido desaprovechando el tiempo de tu vida. Prefiero pensar aquello de “y ni tan mal”…


SIETE DE VIDA DE CARLOS DURAN

  1. Referente: Pau Donés
  2. Libro: Encantado de conocerme, de Borja Vilaseca
  3. Película: La vida es bella, de Roberto Benigni
  4. Canción: Benvita vida, de Arroz Rojo
  5. Rincón preferido: Illa d’Holbox
  6. Lema de vida: ¡Lo tienes que vivir!
  7. Sueño: Vivir rodeado de la gente que quiero