Presentación de la nueva lonja, con Sergi Tudela (Generalitat), Lluís Salvadó (Port de Barcelona), José Manuel Juárez (Confraria de Pescadors), José Alberto Carbonell (Port) y David Pino (Port Vell).

La nueva lonja con restaurante y subastas de pescado se abrirá a la ciudadanía en octubre

El nuevo edificio, con un coste de nueve millones, se ha culminado como elemento principal de la remodelación del Moll de Pescadors, y acercará a la ciudadanía el trabajo de los pescadores del Port en instalaciones visitables después de la Copa del América

El nuevo Moll de Pescadors empieza a tomar forma, con su elemento principal ya terminado y listo para ser estrenado: la nueva lonja ya acoge a los miembros de la Confraria de Pescadors de Barcelona, con la previsión de abrirse a la ciudadanía una vez termine la reurbanización del entorno y la demolición de la antigua lonja. Con una duración prevista de unos cuatro meses, la apertura del muelle llegará después de que termine la Copa del América en octubre, cuando el espacio empezará a recibir a sus primeros visitantes. 

Tras estos trabajos finales del entorno, los ciudadanos podrán adentrarse en la lonja para adentrarse a la vez en el trabajo de los pescadores barceloneses. Y es que las instalaciones, que representan una mejora sustancial respecto a los anteriores equipamientos de los pescadores, permitirán acercar el trabajo de estos profesionales a la ciudadanía. 

Con este objetivo, el nuevo edificio levantado para sustituir a la antigua lonja incorpora espacios para que la ciudadanía pueda seguir en directo la subasta del pescado azul capturado en aguas barcelonesas. Y no sólo eso: contará con un restaurante de cocina mediterránea de calidad vinculada al mar. 

El nuevo edificio, construido durante un año y medio por FCC con un coste de cerca de nueve millones de euros, cuenta con 3.233 metros cuadrados. Para acceder a las instalaciones, se ha adecuado una rampa de 140 metros cercana a la icónica Torre del Rellotge del muelle, que permitirá acceder de forma diferenciada a los espacios públicos. Estos se ubicarán en el primer piso, que también dispondrá de una terraza perimetral que ejercerá de mirador privilegiado de la actividad del muelle y del Port Vell. 

Una vez finalizado el edificio, el muelle espera a la reurbanización de sus accesos y a la demolición de la antigua lonja para abrirse al público. Las obras de derribo ya han empezado, y acercan la consecución de los trabajos que permitirán abrir a la ciudadanía un espacio que contribuirá a que los barceloneses conozcan y diferencien mejor el producto local que se pesca y se consume a diario, como ha destacado el patrón mayor de la cofradía de pescadores, José Manuel Juárez. 

La nueva lonja y la próxima apertura a la ciudadanía del Moll de Pescadors forman parte del conjunto de proyectos impulsados por el Port de Barcelona para abrirse a la ciudad. Además, se enmarcan en la transformación del Port Vell, donde están en marcha una veintena de actuaciones de iniciativa tanto pública como privada que suman 120 millones de euros, en una transformación acelerada por la Copa del América. 

El Moll de Pescadors se abrirá a la ciudadanía cuando las obras de reurbanización terminen dentro de cuatro meses.

La renovación del muelle representa una actuación paradigmática del espíritu de esta transformación, “ya que combina la apertura de nuevos espacios y la mejora de equipamientos, a la vez que pone en valor el patrimonio portuario y contribuye a la difusión del trabajo de los pescadores”, según el presidente del Port, Lluís Salvadó. Además, el proyecto se ha impulsado también desde una visión sostenible y aprovechando las superficies de las cubiertas existentes para ubicar placas solares. La energía que obtengan alimentará las instalaciones del espacio, que incluyen no sólo la nueva lonja, sino también una fábrica de hielo de última generación que ahora beberá de la energía generada en el renovado muelle.