marta segarra investigadora en estudis de gènere i sexualitat
La investigadora barcelonesa Marta Segarra trabaja y vive en París.
EL BAR DEL POST

Marta Segarra: Género y cambios apasionantes

Aprovecha su paso por su Barcelona natal para dejarse caer por el Bar, pronto por la mañana, tal y como es ella: madrugadora, de levantarse y enseguida ponerse a trabajar. Pide un té verde y apagar la radio, “que sólo escucho cuando conduzco”.

Profesora universitaria de formación literaria e investigadora en estudios de género y sexualidad, Marta Segarra trabajó durante varias décadas en la Universitat de Barcelona (UB), con la que sigue manteniendo un lazo académico, “ahí fundé el primer centro de investigación en estudios literarios feministas, que ha formado a decenas de especialistas en este campo”.

Autora de numerosos libros y artículos científicos, en catalán, castellano, francés e inglés, además de dirigir volúmenes colectivos, sus dos últimos ensayos son: Género: una inmersión rápida (Tibidabo), “que, como su título indica, es una introducción al concepto de género y a las cuestiones sociales e individuales relacionadas con él”; y Humanimales: Abrir las fronteras de lo humano (Galaxia Gutenberg), “una reflexión sobre las fronteras de la humanidad, desde el pensamiento filosófico, la perspectiva de género y la etología”.

Actualmente reside en París, donde se dedica “casi exclusivamente a la investigación y a la difusión de los conocimientos sobre el género y la sexualidad para el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS)”.

— ¿Y cómo es que te dio por irte a París?

— Fue un claro punto de inflexión. Decidí dejar la UB y buscar una plaza en el extranjero, en Estados Unidos o en Francia. En 2015 gané una oposición en el CNRS, ¡y es lo mejor que me ha pasado en mi vida profesional!

Un trabajo a vocación completa

Marta asegura que le encanta su trabajo, “que me ocupa muchísimas horas del día, a veces, demasiadas, y casi todos los días del año”. De su labor, lo que destaca es “la transmisión, sobre todo en el plano académico. Estoy muy orgullosa de todas las tesis que he dirigido, o sea, de las personas que las han hecho y que ahora, en su gran mayoría, son buenas amigas. Me encanta también el contacto con estudiantes de generaciones más jóvenes que, en general, encuentro mucho más despiertas y motivadas que las personas de mi generación cuando teníamos su edad.

Este amor por su trabajo se ve alentado por “los muchos cambios sociales que ha habido en el campo del feminismo, el género y la sexualidad en los últimos cinco o diez años. Me apasiona intervenir en estos momentos tan cambiantes, no solo en el ámbito académico sino también en el de la sociedad en general”.

marta segarra investigadora en estudis de gènere i sexualitat
Marta Segarra es una reconocida experta en el campo del feminismo, el género y la sexualidad.

Siempre metida en mil fregaos distintos, la parroquiana aboga por el intercambio intelectual con personas con planteamientos y sensibilidades distintas: “Uno de mis últimos proyectos es un debate entre estudiantes del Seminario de París, que serán curas y religiosos católicos dentro de pocos años, y estudiantes de doctorado del Laboratorio de estudios de género y de sexualidad del CNRS, que involucrará a un centenar de personas”.

En el plano de la investigación y de su difusión, coordina un proyecto editorial en línea: el Diccionario del Género en Traducción, “una obra abierta que incluye artículos sobre conceptos y términos relacionados con el género y los estudios de género, en francés, inglés y castellano”.

marta segarra investigadora en estudis de gènere i sexualitat
La investigadora dejó Barcelona, a la que vuelve de visita, hace veinte años.

Ni lo suficientemente grande, ni lo suficientemente pequeña

A Marta Segarra no le gusta Barcelona, donde nació y vivió los primeros treinta años de su vida. “Entiendo las razones por las cuales a muchas personas sí les gusta. Hace ya veinte años que no vivo en Barcelona, porque me parece una ciudad demasiado pequeña para ser realmente interesante, y demasiado grande para que se viva bien en ella”. De ahí que sea una ciudad con la que mantiene una relación de amor-odio, agravada “por el turismo de crucero y los grupos adolescentes que no te dejan ni pasar por ciertas calles del Gòtic, aunque esto era más bien antes de la pandemia”.

Pero no todo es malo y la parroquiana tiene palabras para los aspectos que le gusta redescubrir cuando pasa por la ciudad: “Me encanta mirar los edificios del Eixample porque siempre descubro detalles arquitectónicos maravillosos en los que no había reparado nunca o que había olvidado. Y, en el plano intelectual y cultural, destacaría el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), una institución única en el mundo, puntera en muchos aspectos”.

— Lo que es puntero aquí es nuestra repostería. ¿Querrás comer algo con tu té verde?

La investigadora sonríe, haciendo caso omiso de los dulces: “Prefiero lo salado —replica—, incluso con un té”. Y ríe.