‘Retail’ sostenible en Barcelona

Las pequeñas acciones de la ciudad tienen grandes impactos 

En los barrios de Gràcia, el Born, Poblenou, e incluso el Eixample, están emergiendo diversas tiendas e iniciativas dirigidas a atraer a consumidores más responsables, adaptándose a las tendencias actuales. Barcelona es una ciudad que busca trabajar la sostenibilidad, con una variedad de comercios que promueven el uso de materiales ecológicos, la reutilización y la producción local, aunque siempre hay áreas de mejora por explorar.

En un mundo donde la sostenibilidad es una prioridad global, a menudo pasamos por alto soluciones que son de lo más simples y efectivas. Una de ellas es comprar en mercados tradicionales de alimentos, como lo hacían nuestros padres y abuelos, lo cual sigue siendo una de las formas más sostenibles de consumo. Sin embargo, los estilos de vida modernos y la reducción del espacio en los hogares han impulsado a muchas personas a optar por comida envasada que puede durar semanas en la nevera.

Comprar productos frescos diariamente en los mercados no solo es un acto de consumo responsable, también una manera de evitar el desperdicio alimentario. Según un estudio de la FAO, en Europa cada habitante desperdicia en promedio 95 kilos de alimentos al año. Globalmente, se pierde o se tira el 33 % de los alimentos producidos para el consumo humano. Es alarmante, ¿verdad?

Los productos en los mercados suelen venir sin envases innecesarios, lo que reduce significativamente el uso de plásticos y otros materiales no biodegradables. Comprar en mercados locales no solo disminuye los residuos plásticos, también apoya a los productores y agricultores locales, fortaleciendo la economía y el tejido social de nuestras comunidades.

En el sector del retail, nuestras acciones pueden tener un impacto muy significativo, y cada vez más empresas son conscientes y están adoptando políticas sostenibles de las que podemos tomar nota. 

Por ejemplo, en Barcelona, algunos retailers del sector alimentario han comenzado a vender productos a granel para reducir el desperdicio, mientras que algunos supermercados están introduciendo envases biodegradables y fomentando el uso de bolsas reutilizables, aunque lo ideal, en mi opinión, sería eliminar las bolsas de plástico por completo.

Ejemplos notables incluyen Yes Future, en la calle Viladomat, el primer supermercado libre de plástico de Barcelona, y Gra de Gràcia, una tienda con tres establecimientos que ofrece productos ecológicos, naturales y de proximidad a granel, también libres de envases plásticos y con la mayoría de sus productos con sello bio, garantizando calidad y respeto por el medio ambiente.

La responsabilidad social corporativa está ganando terreno y se está convirtiendo en una base fundamental para la gestión empresarial

Mun Ferments es otra empresa innovadora, de Mataró, que comercializa kombucha con ingredientes naturales y ecológicos. Su fermentación, que supera los 30 días, da como resultado un producto que apenas contiene azúcar y no necesita refrigeración para su conservación ni transporte, lo que permite un ahorro importante de energía y emisiones.

Si hablamos de moda, en Infinit Denim, una tienda de la calle Bruc, encontramos ropa, bolsos y complementos hechos bajo los principios de la economía circular, utilizando tejido reciclado de restos de tela vaquera. Lo más interesante es que todo el proceso, desde la hilatura hasta la confección, se realiza a menos de 400 km de Barcelona, reduciendo así la huella de carbono y favoreciendo la soberanía textil.

La responsabilidad social corporativa está ganando terreno y se está convirtiendo en una base fundamental para la gestión empresarial, es un hecho. Como retailers, podemos emprender acciones para seguir este camino y acercarnos a un consumidor cada vez más crítico y comprometido.