Ser Papisa se le quedaba corto

Una pequeña historia de Rudyard Kipling, el autor de El libro de la selva, fue adaptada al cine por el mítico director John Huston. La titularon El hombre que quería ser rey (1975), y sus protagonistas, unos magníficos Sean Connery y Michael Caine, representaban a dos aventureros del ejército británico que llegan a la desconocida región de Kafiristán. Allí, uno de ellos es poseído por un dios y decide quedarse y contraer matrimonio. Una obra maestra del cine de aventuras. Y, al mismo tiempo, una referencia que, contrastada con según qué vidas reales, también nos deja claro aquello de que la realidad siempre acaba superando la ficción.

Carmen Balcells, traficante de palabras (Debate, 2022) es una biografía sobre la agente literaria que sacudió al sector editorial y su relación con los autores. El libro fue la excusa perfecta para mantener una conversación llena de historias de aventuras, con Carme Riera. Ella fue uno de los muchos ilustres escritores que pasaron por las manos profesionales y profesionalizadoras de Balcells. La trató durante casi cuarenta años y ha escrito un libro que no pretendía canonizarla, pero que en el ciclo The New Barcelona – Moments Estel·lars, en la Casa Seat nos aseguró que acaba dejando a Balcells en el muy buen lugar que se merece.

Excéntrica. Tenía en nómina una astróloga que hacía la carta astral a los autores candidatos a pasar por sus manos. Y, a partir de ahí, Balcells se acababa decantando o no por convertirlos en sus clientes. No podía, además, con el 12+1 (yo tampoco).

Todo poderosa. Conseguía para sus autores todo lo que la imaginación pudiera alcanzar, y, en ocasiones, un poco más de lo imaginable. Desde moverlos hasta donde quisieran un día de atasco general por huelga de transporte público en la capital, hasta hacerles disfrutar de las mejores comidas y, si era necesario, arrasaba con todo el cargamento de angulas de que dispusiera el restaurante de turno.

Efectiva. Marcó un antes y un después en el ámbito editorial mundial, terminando con los contratos de por vida y con las condiciones draconianas que muchas editoriales imponían a los escritores. Impulsó la capitalidad literaria de Barcelona en el mundo.

Olímpica. Consiguió representar al Olimpo de los autores de habla hispana. Seis Premios Nobel de Literatura (Asturias, Neruda, Aleixandre, García Márquez, Cela y Vargas Llosa). Y dio a conocer a autores de la talla de Cortázar, Allende, Vázquez Montalbán, Moix, Mendoza, Marsé, Delibes, Cercas o Montero, entre otros.

De ahí, tal vez, que ella, pese a que el creador del detective Pepe Carvalho la comparó con James Bond y decía que era una agente “con licencia para matar”, se sintiera más identificada con el protagonista de esa gran película de Ford, y que doblara su apuesta. Ella no sería la mujer que quiso ser reina. Ella quería ser Dios. Así nos lo ha explicado Carme Riera, recordando que  Balcells llegó a montar una fiesta en la que entró vestida de Papisa. Qué gran conversación. Qué aventuras. Qué ganas de leer esta biografía. Les dejo aquí los enlaces para poder recuperar la conversación por Spotify o Youtube.