Restaurantes con personalidad en localizaciones premium que ofrezcan una propuesta gastronómica de proximidad en ambientes atractivos y que inviten a disfrutar. Esta es la fórmula con la que el grupo Somos Esencia busca impregnar sus locales, incluidos los tres nuevos que ha abierto en lo que va de año. Con la reapertura de propuestas consolidadas como son el Bar Bauma y el restaurante Barraca, y la inauguración oficial del Fauna Café en junio, el grupo doblará este año sus locales hasta alcanzar los seis en la capital catalana, en un año marcado también por las buenas perspectivas que la Copa del América despierta en la ciudad.
La cartera de los seis restaurantes que ahora conforman el grupo tiene su semilla tres décadas atrás, con los primeros pasos dentro del ámbito de la restauración de Xavier Mitats, socio fundador de Somos Esencia. En una trayectoria que empezó como economista y auditor, Mitats fue socio en los inicios de lo que ahora es el Grupo Tragaluz. Cuando la firma catalana de capital riesgo Miura se hizo con la mayor parte del grupo en 2019, Mitats empezó a gestionar el restaurante Agua, que quedó fuera de la operación.
Así, a partir de Agua, Mitats se propuso construir un nuevo grupo de restauración junto a su hijo Guillem, a quien encomendó entonces la dirección del grupo. Tras una inversión de 4,5 millones y el parón por la pandemia, abrieron durante los meses siguientes Tierra Brava, en el Mercat del Ninot, y Brisa, en el Palau de Mar, como explica a The New Barcelona Post el también hijo del fundador y ahora director ejecutivo del grupo, Alex Mitats.
Tras gestionar otros establecimientos que ya no forman parte del grupo, Somos Esencia suma ahora al Agua, al Tierra Brava y al Brisa los tres nuevos locales que ha abierto este año, que han implicado una “importante inversión” que descartan detallar. La primera apertura de 2024 fue la del icónico Bar Bauma, que reabrió sus puertas en febrero después de que anunciara su cierre en septiembre. Ubicado en Roger de Llúria con Rosselló, el local se consolidó como clave en la escena gastronómica barcelonesa mediante una trayectoria que emprendió en la década de 1940, con una propuesta gastronómica y una atmósfera que Somos Esencia se ha propuesto mantener, con las tapas como protagonistas.
Después vino la reinauguración del Barraca, situado a pie de playa en la Barceloneta y con la aspiración de ejercer de uno de los miradores gastronómicos de la Copa del América. Especializado en arroces y productos del mar desde hace dos décadas, Somos Esencia empezó a gestionarlo en enero. Después de adaptar su diseño y carta al grupo, el restaurante reabrió manteniendo su carácter y con una novedad: un servicio on demand especializado en pescados de lonja y mercado: “Con 24 horas de antelación, el cliente puede solicitar que le cocinemos cualquier tipo de pescado al estilo que desee”.
Con esta propuesta, el grupo refuerza la esencia marinera del Barraca, también clave en el Agua y en el Brisa. Pese a que todos los restaurantes del grupo prevén una gran afluencia con la Copa del América, especialmente los tres ubicados frente al mar miran a la competición con buenas previsiones: “Ya tenemos peticiones de información para importantes reservas, y tenemos garantizado que tendremos los restaurantes llenos”.
Al margen del público particular que traerá consigo la regata entre agosto y octubre, los restaurantes del grupo se dirigen a los locales, aunque puedan atraer también a turistas. “Nuestra fórmula pasa por abrir un local que nos guste a nosotros. Si está pensado para la gente local, sus amigos y familiares, los turistas también vendrán”, comenta Mitats. Sus establecimientos se presentan al comensal con un concepto gastronómico que tiene como protagonista la cocina catalana que se combina con técnicas vanguardistas para ofrecer nuevas gamas de sabores y texturas, sin romper con lo tradicional.
Tras cerrar 2023 con una facturación de 17 millones —un 18% más respecto al año anterior—, la compañía prevé facturar prácticamente el doble este ejercicio: tras la apertura de los nuevos locales, prevé rozar los 30 millones en 2024. Las cifras crecientes también se verán reflejadas en su plantilla, que prevé alcanzar los 300 empleados cuando termine el año, teniendo en cuenta a los trabajadores tanto de sus oficinas como de sus locales.
Ante esta previsión de crecimiento, el grupo se centra ahora en consolidar sus seis restaurantes. “Hemos abierto tres de golpe, y no queremos morir de éxito: tenemos que asegurarnos de que funcionan como nos proponemos. Después, no nos cerramos ninguna puerta para seguir invirtiendo”, avanza Mitats. Pese a que no está en una fase de búsqueda activa, el grupo tampoco descarta nada en cuanto a expandirse más allá de Barcelona, para exportar a otras ciudades su modelo fraguado en la capital catalana.
