Ametller Origen innova para aportar valor a toda la cadena de producción, del campo a la mesa.

Ametller Origen lidera un proyecto de I+D para elaborar el mejor gazpacho y aumentar la calidad de frutas y verduras

En alianza con el IRTA y la UPC, el grupo implantará una tecnología basada en el uso de infrarrojos e inteligencia artificial para asegurar la calidad y homogeneidad de sus productos y reducir tanto el consumo energético como el desperdicio alimentario

Comprar un melocotón siempre es una incógnita, ya que es muy difícil saber si tendrá el dulzor o el punto de maduración deseado por el cliente. ¿Es posible reducir esta incertidumbre aplicando tecnología punta? ¿Existe algún sistema que permita garantizar al consumidor que se lleva a casa el melocotón perfecto? Dar una respuesta afirmativa a estas dos preguntas es el objeto de un proyecto de investigación y desarrollo (I+D) pionero que combina el uso de dos tecnologías, el infrarrojo cercano y la inteligencia artificial (IA), y que lidera el grupo Ametller Origen en alianza con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA).

Bautizado con el nombre de AO Sensor, el proyecto forma parte de Agrosmed (Agroindustria Sostenible y Circular en el corredor del Mediterráneo), la alianza empresarial que impulsaron catorce compañías con el objetivo de obtener las ayudas para el sector agroalimentario previstas en el marco del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que impulsa el Ministerio de Industria. Los distintos socios de Agrosmed realizan proyectos colaborativos para la descarbonización de la industria, la mejora de la sostenibilidad de los productos y la circularidad de los procesos, pero también impulsan iniciativas de investigación individuales, como es el caso de Ametller Origen con AO Sensor, que cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros.

La idea de Ametller Origen es incorporar, en una primera fase, la tecnología de infrarrojos combinada con IA en sus obradores de elaboración de cremas y gazpachos, y de yogures y productos lácteos, y, más adelante, la adoptará también en sus almacenes de distribución de fruta y verdura para poder clasificar de forma óptima todo el género y mandar, por ejemplo, a las tiendas solo aquellos melocotones que garanticen la total satisfacción de los clientes. 

¿Y en qué consiste esta tecnología que permitirá acertar siempre con los melocotones y también con el resto de frutas y verduras? La aplicación de infrarrojos a un producto fresco es un sistema no destructivo que permite obtener información de las propiedades físico-químicas de esa materia prima. Al pasar un lote de melocotones o de tomates por la máquina se obtiene información de múltiples parámetros, como su dulzor, acidez o contenido en agua. 

El objetivo de AO Sensor es utilizar todos los datos que aportan los infrarrojos y combinarlos con la IA para crear unos modelos matemáticos que permitan saber, sin necesidad de probarlo, si un melocotón está o no perfecto para el consumo. Así, la forma de la longitud de onda de los infrarrojos que hacen vibrar los enlaces químicos de un melocotón maduro y dulce es distinta a la forma que se obtiene con un melocotón insípido y verde. La clave está en entrenar el modelo para identificar la forma de la onda que más se ajusta al melocotón perfecto y poder clasificar así grandes volúmenes de manera sencilla.

gazpacho Ametller Origen
Para la elaboración de gazpacho, Ametller Origen utiliza cuatro tipos de variedades de tomates.

El proyecto de I+D de Ametller Origen se centra en esta primera fase en mejorar el proceso de elaboración del gazpacho, uno de los productos estrella de la cadena liderada por Josep Ametller. En este caso, el objetivo es doble: lograr una mayor calidad y homogenización del producto, es decir, que el gazpacho sepa siempre igual, y reducir costes minimizando el consumo energético y el desperdicio alimentario. 

Para elaborar gazpacho, la marca utiliza siempre cuatro variedades de tomates. Ahora, gracias a la tecnología de infrarrojos podrá saber exactamente la cantidad de agua, acidez o dulzor de estos tomates y ajustar su proporción para obtener la receta perfecta. “Con esta tecnología sabremos exactamente la cantidad de cada ingrediente que necesitamos emplear, obteniendo un producto más homogéneo”, explica Joan Simó, director del área de I+D y Sostenibilidad de Ametller Origen. 

Cata de gazpacho durante el proceso de elaboración.

Según Simó, actualmente, el control de calidad se realiza manualmente, catando el gazpacho. A veces, hay que corregir la mezcla de aceite y sal, y en algún caso en el que la mezcla no puede corregirse hay que descartar toda la partida. “Queremos evitar que esto ocurra, lo que nos permitirá reducir el desperdicio y ahorrar también en consumo de energía”, explica Simó, que destaca la importancia de poder contar con una tecnología de estas características cuando se trabaja con múltiples recetas y tipos de producto, como es el caso del gazpacho. “Gracias a los infrarrojos y a la IA podremos automatizar todo este sistema de control de calidad de una forma rápida y no destructiva, mandando a las tiendas solo aquel producto que esté perfecto”, asegura.

Joan Simó: “Innovamos para transferir conocimiento a toda la cadena  y aportar valor a nuestros campos de cultivo, al obrador y a nuestras tiendas, y también a todos nuestros proveedores, como agricultores y Pymes”

Joan Simó destaca que la aplicación de la tecnología de infrarrojos combinada con IA al ámbito de las frutas y verduras “es totalmente pionera en el mundo”, ya que, hasta ahora, en el sector de la alimentación se había empleado principalmente en la producción de harina, productos lácteos, aceite y vino, entre otros. Una vez implantada en sus líneas de producción de gazpacho y cremas de verduras, el siguiente paso será aplicar la tecnología en los almacenes de la empresa o, directamente, en las tiendas para que el cliente pueda saber exactamente el grado de dulzor de los melocotones, melones o cualquier tipo de fruta que esté a la venta. “Podremos certificar al cliente las características de cada producto que le estamos vendiendo”, anticipa. “Nuestro objetivo no es solo garantizar que ese melocotón es bueno, sino evitar el desperdicio alimentario, caracterizando muy bien cada lote de producto y dándole la salida de mercado más conveniente en cada caso”, argumenta.

El director de I+D de Ametller Origen considera “totalmente disruptivo” el proyecto porque revoluciona la forma en que, tradicionalmente, se ha comercializado la fruta. “Siempre se ha vendido y clasificado por calibre, es decir, por el tamaño. Pero ahora, el indicador será la calidad, el sabor o el dulzor”, enfatiza.

tienda Ametller Origen
Ametller Origen cuenta con más de 140 puntos de venta en Catalunya.

El proyecto de I+D AO Sensor se inició a finales de 2023 y ahora se encuentra en plena fase de recogida de datos para poder elaborar los modelos de IA. Además del centro que el IRTA tiene en Lleida (Fruit Centre), en esta fase de investigación participan tres grupos de investigación en IA, sensórica y telecomunicaciones de la UPC. El objetivo es que el proyecto, en el que trabajan unas 30 personas, culmine en junio de 2025. Si esta primera fase finaliza con éxito y se obtienen los resultados esperados, Ametller Origen pondrá en marcha un segundo proyecto para implementar esta nueva tecnología en el nuevo obrador que la compañía construirá en el Agroparc en Gelida y que se prevé poner en marcha a finales de 2026. 

Joan Simó: “Esta tecnología es totalmente disruptiva. Siempre se ha vendido y clasificado la fruta por calibre, es decir, por el tamaño. Pero ahora, el indicador será la calidad, el sabor o el dulzor”

AO Sensor es un claro ejemplo de la fuerte apuesta que Ametller Origen realiza por la innovación y la transferencia tecnológica. Innovamos para transferir conocimiento a toda la cadena  y aportar valor a nuestros campos de cultivo, al obrador y a nuestras tiendas, y también a todos nuestros proveedores, como agricultores y Pymes. Nuestro objetivo es alimentar mejor a nuestros clientes, ofreciéndoles mejores productos, más sostenibles, más saludables y más placenteros”, subraya Joan Simó.

El objetivo es que esta nueva tecnología llegue también a la red de tiendas.

Con una red más de 140 tiendas, Ametller Origen facturó por primera vez más de 500 millones de euros en 2023 y su plan de crecimiento contempla la apertura de una decena de nuevos establecimientos al año, con la vista puesta en tejer en la próxima década una red de alrededor de 250 establecimientos en Catalunya. En los últimos diez años, el grupo ha invertido 160 millones y su plantilla supera los 3.800 trabajadores.

Ametller Origen iniciará finalmente este verano en Gelida (Barcelona) las obras de construcción del Agroparc Penedès, un complejo agroindustrial sostenible y basado en la economía circular que dará paso a un nuevo modelo de producción agrícola y que permitirá incrementar sustancialmente la capacidad de producción de platos preparados y otros productos elaborados que constituyen el motor de ventas de la cadena junto a las frutas y verduras. Esta primera fase, que incluye el proyecto de urbanización de los terrenos y la construcción del nuevo obrador, supondrá una inversión de 60 millones de euros.